La que puede liar un Gobierno socialpodemista

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Las lágrimas de Pablo Iglesias a las puertas del Congreso de los Diputados (Foto: Efe)

El principio de acuerdo entre PSOE y Podemos para formar Gobierno, que ha adelantado en exclusiva Okdiario, supone una tragedia para el contexto actual que vive nuestro país. Con una economía que crece al 3,2% y las buenas previsiones del FMI para 2016 y 2017, los ciudadanos españoles creían haber despertado de una pesadilla en forma de severa crisis que ha durado siete largos años. Una realidad que, tras lo sufrido, era como un sueño. El mismo del que despertaremos cuando el Gobierno socialpodemista tome forma y España entregue sus instituciones a los socios delictivos de la teocracia asesina de Irán y de Venezuela, el régimen más corrupto de Latinoamérica según Transparency International y un país arruinado por las mismas medidas económicas que Podemos, con la connivencia de Pedro Sánchez, quiere aplicar en España.

El secretario general del PSOE ha preferido el todo para él y la nada para España. En un tremendo acto de irresponsabilidad, hipotecará la gobernabilidad a base de pactar con los comunistas ricos de Podemos y con los golpistas del otro lado del Ebro que, a pesar del acuerdo inicial, esperarán la ocasión propicia para hacer que su viaje a ninguna parte adquiera visos de realidad. Antes del 20 de diciembre, vivíamos una situación que sólo nos exigía perseverar en las reformas económicas y ofrecer estabilidad a los inversores internacionales para así salir definitivamente del hoyo. A partir de ahora, olvídense de todo eso. El Ibex 35 ya ha dado las primeras señales dejándose más de un 11% al inicio de 2016.

El nuevo duopolio radical subirá los impuestos a los contribuyentes y aumentará el intervencionismo del Estado sobre unos empresarios que, en gran medida, se pensarán mucho si invierten en España o salen corriendo. Tanto la Unión Europea como las principales agencias de calificación —los que nos prestan el dinero— habían pronunciado la palabra «estabilidad» en las últimas semanas como base sobre la que edificar la viabilidad de nuestro país. Una estabilidad que, desgraciadamente, va a saltar por los aires en cuanto Sánchez e Iglesias tomen las riendas. No sólo será un desastre económico, sino también político y social ya que Podemos, para mayor gravedad, está participado por tantas confluencias que el contexto se hará más ingobernable si cabe.

La libertad de expresión y prensa, fundamental para el desarrollo cultural e intelectual de una sociedad, será otro aspecto profundamente estigmatizado por los ahijados de los ayatolás y de los militares bolivarianos. A imagen y semejanza de la dictadura de Caracas, Pablo Iglesias ha dicho en reiteradas ocasiones que «los medios de comunicación tienen que tener control público». A tal punto llega el sesgo censor del principal emisario iraní en España que llegó a afirmar que el hecho de que existan medios privados «ataca la libertad de expresión». Declaraciones a modo de caza de brujas anticipada que hacen presagiar malos tiempos para España.

Una España que durante 38 años ha vivido una alternancia pacífica entre socialdemócratas y liberales-conservadores. Dinámica que podría tener una aceptable continuidad sin las injerencias sectarias de Podemos. Si Pedro Sánchez logra mantener lejos a Iglesias y sus secuaces, nuestro país aún tiene la oportunidad de seguir mejorando. De lo contrario, nos esperan malos tiempos a merced de unos tipos que tienen a la UDEF pisándole los talones. Mientras esperamos el desenlace, como dicen en la celebérrima serie Juego de Tronos: «Winter is coming».

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