Un insulto a la inteligencia de las madrileñas

Un insulto a la inteligencia de las madrileñas

La última chorrada cósmica, la postrera parida ideada por esa mente preclara que ilumina el pensamiento de la ministra de Igualdad, Irene Montero, es de las que hacen época. OKDIARIO reproduce la literalidad -entrecomillada- de la frase: «Madrid no es una Comunidad segura para las mujeres», ha dicho la titular de Igualdad.  «El problema es que su corrupción, sus recortes y sus privatizaciones son violencia económica contra las mujeres y por eso Madrid no es una Comunidad segura para las mujeres». Sencillamente, impresionante. Y, en pleno arrebato, Montero añadió: «Si a ti te violan en la Comunidad de Madrid solamente hay un hospital de referencia al que se pueda acudir en toda la Comunidad. Si eres víctima de violencia de género mayor de 65 años te mandan a una residencia, no tienes derecho a pedir plaza en casa de acogida».

Muy desesperada tiene que estar Irene Montero para lanzar un ataque tan estúpidamente infame  contra Isabel Díaz Ayuso. Cada vez que la pareja ministerial -Pablo e Irene- abren la boca, la presidenta de la Comunidad de Madrid crece en las encuestas. A este paso, se ahorra los mítines de campaña. En todo caso, y más allá de la ignominia de la ministra -que de un tiempo a esta parte muestra una agitación desmesurada-, sus palabras son un insulto a la inteligencia de las madrileñas, utilizadas como burda coartada electoral.

Por fortuna, las mujeres de la Comunidad  de Madrid, las que acudirán a votar el 4M, saben quién defiende sus derechos y quién se los cercena. Por mucho que se esfuerce la ministra, saben que su seguridad, a todos los niveles, no está garantizada por Irene Montero ni por su cohorte de feminazis, que han hecho del ultrafeminismo un negocio. Mientras las mujeres de Madrid trabajan por sacar adelante sus familias o pequeñas empresas, las asociaciones feministas de Podemos se forran con informes, estudios, charlas  y mamarrachadas que pagamos todos. Que Montero mire a su alrededor y, más tranquila, se pregunte cómo ha llegado a ser ministra.

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