Una incertidumbre total

Elecciones PP

El Partido Popular ha ganado las elecciones de manera clara, con alrededor de quince escaños de diferencia respecto al PSOE, ganando en casi todas las circunscripciones, logrando mayoría absoluta en el Senado y sumando, junto con Vox, CC y UPN 171 diputados. En buena lógica, eso haría que Feijóo fuese propuesto como candidato y que el PSOE dejase que gobernase la lista más votada, de manera que un gobierno en solitario del PP pudiese pactar, durante la legislatura, los presupuestos y otras leyes con los partidos antes citados y el PNV, por ejemplo, que garantizaría que los presupuestos, por ejemplo, saldrían adelante.

Sin embargo, Sánchez ya dejó claro en 2016 que a él le da igual quien gane si puede sumar más agrupando todo lo agrupable, por mucho que nada tengan que ver entre sí los diferentes partidos coaligados. En ese año, no le salió bien y tuvo que dimitir de la secretaría general de su partido, pero en 2018 sí lo aunó en la moción de censura y en las elecciones de noviembre lo reeditó.

De esta manera, Puigdemont o el PNV tienen la llave para que se reedite Frankenstein o para que haya elecciones, ya que parece difícil que el PSOE vaya a dejar gobernar al PP; o que el PNV se uniese al PP, CC y UPN para votar afirmativamente la investidura de Feijóo.

El PNV quizás cambie, porque ve cómo Bildu está acercándose y puede arrebatarle el Gobierno del País Vasco en alianza con el PSOE. De esa forma, y tras perder un escaño en el Congreso, puede virar y tratar de recuperar votantes suyos que no son precisamente de izquierdas. Como parece poco probable que vote a favor de Feijóo, puede, al menos, provocar la repetición electoral.

Por su parte, Puigdemont, en el caso de que el PNV siguiese en el bloque Frankenstein, tendría la llave entonces para completar el engendro o para forzar la repetición electoral. Es obvio que Puigdemont pedirá un referéndum y todo lo que crea necesario para conseguir sus objetivos. Nadie con sentido de Estado se lo daría, pero hablamos de Sánchez, que no conoce otro interés que el suyo particular.

Por tanto, nos encontramos ante un horizonte incierto, en el que no parece que dejen gobernar a Feijóo como lista más votada y, si esto sucede, entonces la única esperanza es que se repitiesen elecciones.

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