El conductor del accidente mortal de Palma sufrió un ictus antes de atropellar a la niña de 3 años
El hombre no se acuerda de nada de lo sucedido, pero se confirma que golpeó durante 100 metros el bordillo de la acera
El conductor implicado en el grave accidente de tráfico ocurrido el pasado domingo en el Coll d’en Rabassa, en Palma, en el que perdió la vida una niña de tan solo tres años, sufrió un ictus momentos antes del siniestro, lo que le habría provocado la pérdida de conocimiento mientras conducía. Así lo confirman los informes médicos emitidos por el Hospital Universitario de Son Espases, donde el hombre, de nacionalidad española y 51 años de edad, permanece ingresado a la espera de su evolución clínica.
Desde su ingreso en el centro hospitalario, una patrulla de la Policía Local de Palma se mantuvo en el hospital pendiente de los resultados de las pruebas médicas practicadas al conductor. Los agentes tenían la instrucción de proceder a su detención en caso de que los informes descartaran una causa médica que explicara lo sucedido. Sin embargo, el diagnóstico de ictus ha sido determinante en el curso de la investigación.
La Unidad de Atestados de la Policía Local de Palma se ha hecho cargo de la investigación del suceso. Según consta en el atestado, el conductor manifestó no recordar absolutamente nada de lo ocurrido. Su esposa, que viajaba con él en el vehículo, relató a los investigadores que, nada más salir de un cruce, su marido le comentó que no se encontraba bien. Acto seguido, el turismo comenzó a golpear el bordillo de la calzada durante aproximadamente cien metros. Este extremo ha podido ser corroborado por los restos del vehículo hallados a lo largo de ese tramo de la vía.
Tras producirse el accidente, el conductor logró salir del coche y se encontraba a varios metros del mismo, visiblemente desorientado, aturdido y en estado de shock. Los servicios sanitarios confirmaron posteriormente que estaba sufriendo un ictus en esos momentos, lo que refuerza la hipótesis de que el siniestro fue consecuencia directa de una emergencia médica súbita.
Otro de los aspectos clave que centran ahora la investigación es la velocidad a la que circulaba el turismo. Todo apunta a que el vehículo lo hacía a una velocidad inadecuada para ese tramo de la vía. El coche había salido instantes antes de un cruce sin preferencia y el impacto fue de extrema violencia. Por este motivo, los investigadores han solicitado el análisis de la denominada caja negra del vehículo, con el objetivo de determinar si el conductor frenó, aceleró o realizó algún movimiento brusco segundos antes del atropello.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 12.00 horas del pasado domingo, cuando el turismo se salió de la calzada, colisionó contra un vehículo estacionado y acabó arrollando a una familia que se encontraba junto a su coche, con el maletero abierto, a la altura del conocido establecimiento Ca Na Paulina y junto al campo de fútbol del Collerense.
Como consecuencia del brutal impacto, una niña de tres años falleció en el acto. Su madre y su abuela resultaron gravemente heridas y fueron trasladadas de urgencia a un centro hospitalario, donde permanecen ingresadas con pronóstico reservado. El suceso ha causado una profunda conmoción entre vecinos y testigos, que aún tratan de asimilar la magnitud de la tragedia.
La investigación continúa abierta a la espera de esclarecer todos los detalles del accidente, mientras la ciudad de Palma permanece consternada por una tragedia que ha segado la vida de una menor y ha dejado a una familia devastada.