El «hermanísimo» va al banquillo

Cuando a primeras horas del reciente 28 de abril la jueza extremeña Beatriz Biedma liberó su auto de 71 páginas mandando al banquillo al «hermanísimo» David Sánchez por los delitos de tráfico de influencias y prevaricación las redacciones libres, los medios no ligados a la mamandurria sanchista titularon acorde con los cánones éticos.
Por vez primera en democracia, un jefe de gobierno (la propia magistrada intuye un señor X en su auto) tiene a un familiar directo sentado en el banquillo de los acusados. Y es presumible que dentro de escasas semanas también tenga a la mujer con la que duerme o pudiera dormir.
Tuvo suerte la familia Sánchez Pérez-Castejón porque hora y media más tarde se produjo curiosamente en el apagón… Probablemente, los megawatios de REE entraron en pánico tras confirmar que una jueza de provincias había conseguido sustanciar la acusación contra el muchacho de la batuta, el mismo que atesora tanto talento que ahí se prestó la brunete socialista para garantizarle un puesto de trabajo ficticio sobre un concurso amañado. Porque tras el músico (si es que realmente lo es) la jueza también manda al banquillo a Miguel Ángel Gallardo, jefe del PSOE en aquella comunidad autónoma para desgracia de la preciosa y sufrida tierra extremeña. Ésta nunca apareció más en las noticias nacionales que con el maloliente caso de don David Sánchez. ¡Gracias Pedro, nos cierras Almaraz, nos dejan sin luz y sin pan, pero promocionas Extremadura como tierra de corrupción!
La famiglia no dijó ni mu, todavía no ha abierto la boca, pero para eso tienen a Óscar López, el pobre (qué pasa inútil con la digitalización de España, que es para lo que te pagamos), diciendo estupideces sin que nos recuerde cada día lo alta y gran carrera electoral que atesora a sus espaldas. López: «No hay nada de nada… La ultraderecha tratando de derribar a Sánchez».
El resto es cosa de los tertulianos (as) repicando los argumentos del que paga por cuenta del Estado. Ningún país serio de nuestro entorno aguantaría a un presidente del gobierno rodeado de detritus amarillo, porque mucho me temo que al bien pagado Conde-Pumpido (otro con la famiglia bien colocá, ahora en Telefonica, sin que se les caiga la cara de vergüenza) ya no está para muchos trotes. Se le ha visto tanto el plumero…
La próxima entrega judicial con su correspondiente banquillo, una tal Begoña Gómez (la de las saunas gays) de la que dicen anda desaparecida…