De gazapos y ‘sancheheces’

Pedro Sánchez

Rara vez un boletín oficial se hace viral pero el de Aragón lo ha conseguido gracias a la publicación de una orden de subvenciones que mantenía el texto del borrador. Así, entre los requisitos a cumplir por los subvencionados aparecía en el diario oficial, negro sobre blanco, lo siguiente: «B) Memoria de actuación (explicar vosotras aquí algo más, decidir si hacemos también modelo de este apartado o la vida no nos da para más)».

A algunos el gazapo les sirvió para atacar a la charocracia por aquello de que a esas funciomañas “la vida nos les da para más”. Olvidan esos críticos que en la Administración se cumple el reparto paretiano de la carga de trabajo, según el cual el 20% de los trabajadores hace el 80% del trabajo y viceversa. Probablemente las protagonistas del desliz se encuentren en ese veinte por ciento. Charo, yo sí te creo.

Otros, fieles a esa costumbre de politizarlo todo, aprovecharon para meterse con Lambán, como si los gazapos fueran de derechas o de izquierdas, como si no tuviésemos bastantes motivos para criticar al socialista aragonés. En fin, no creo que haya que hacer sangre del desliz. Solo ha sido un traspié que, a cualquier administrativo, juntaletras o gastatintas cuyo trabajo es escribir papeles, nos puede pasar. Solo ha sido una nota de humor entre páginas tan grises, una simpática anécdota para el recuerdo. Un descuido ocasional sin trascendencia.

Y es que eso, frecuencia y trascendencia, es lo que marca la gravedad de los errores, lo que distingue al trabajador que yerra, se abochorna y corrige, del soberbio ignorante que persiste y busca culpables; lo que diferencia el descuido de la pifia o la cagada, con perdón. Como decía la prensa el mismo día que aquel gazapo se hizo viral, RENFE firmó un contrato por 258 millones de euros para comprar 31 trenes que… ¡no caben por los túneles! Eso sí que es una pifia, ¡iguálamela!

Y muchos más ejemplos nos bridan el que podríamos considerar principal funcionario (eventual, eso sí) de este país y su Gobierno. Sancheces que acaban en sanche-heces. Como poner de presidente de Correos a un amiguete y mantenerlo tras acumular 800 millones de euros de pérdidas. Culpa in eligendo se llama. O autorizar aquella manifestación del 8M cuando ya sabían que el COVID estaba entre nosotros. O, enemistarte con Argelia en plena escalada de precios energéticos. O comprar mascarillas y respiradores que nunca llegaron o gel que no servía. O proponer y votar una ley que pretende proteger a las mujeres y que ya ha beneficiado a 400 agresores sexuales Al menos, entre estas noticias, el gazapo de las funciomañas a muchos nos hizo sonreír, algo que Sánchez solo podrá conseguir cuando se vaya.

Lo último en Opinión

Últimas noticias