Escándalo Indra: otra asignatura pendiente para Feijóo

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Escándalo Indra: otra asignatura pendiente para Feijóo

El indigerible espectáculo internacionalmente que supone el asalto gubernamental a la estratégica empresa estatal Indra ha traspasado las fronteras españolas para constituirse en un paradigma inmediato de ese gran conducator, al que se conoce como Pedro Sánchez, que en sus formas autoritarias en nada desmerece del primer ministro húngaro. El mensaje es claro: el Estado es Sánchez, Sánchez es el Estado. El asalto accionarial a una empresa estratégica en materia de Defensa como Indra, apoyado en un grupo editorial como Prisa permite colegir muchas cosas.

Prisa, salvada incomprensiblemente en su día por Soraya Saénz de Santamaría (PP), ha dejado de ser una mera fábrica de transmisión de noticias, para convertirse en muletilla de apoyo al Gobierno. El presidente del otrora poderoso grupo mediático (hoy sin prestigio alguno e incapaz de pagar sus deudas), un tal Josep Oughourlian –con orígenes libaneses y armenios– se ha puesto de rodillas ante Moncloa, sin que sepamos a ciencia cierta el estipendio que recibirá por tan singular y sospechosa operación. Ya sabemos todos que Sánchez lleva muchos meses controlando Prisa a través de dos de sus “visitadores nocturnos” por excelencia, el eterno sociata, ahora millonario, Miguel Barroso y el sublimemente más millonario, José Miguel Contreras. No parece que el descarado partidismo de El País y la Cadena Ser en la reciente campaña andaluza le haya servido al PSOE, salvo para cosechar un hostiazo de los que hacen época.

Son muchos los corolarios de interés que conlleva el asalto total a Indra por parte del Gobierno. Quizá el más luminoso sea la exigencia nacionalista vasca para que Indra compre la empresa vasca ITP, fabricante de turbinas para aviones de guerra y más bien con muchas dificultades financieras para sobrevivir en solitario. Todo el mundo conoce que los del PNV son muy “ligones” y les priva utilizar la política para sus cosas de comer. Los anteriores gestores de Indra se negaron a realizar la operación –por perjudicial para la empresa que les pagaba- y fueron mandados directamente al averno.

Algo huele en exceso en la operación gubernamental facilitada por el tal Oughourlian. El PP, que no suele enterarse de nada, tendrá la posibilidad de deshacer la operación si es que dentro de unos meses no se ha convertido en hecho consumado. Feijóo tendrá la posibilidad de revertir el caso Indra como la izquierda revierte todo aquello que no se ajusta a sus postulados y, sobre todo, a sus intereses.

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