¿Cuánto puede aguantar este Gobierno?

¿Cuánto puede aguantar este Gobierno?
¿Cuánto puede aguantar este Gobierno?

Es difícil encontrar un paralelismo en Europa con el actual Gobierno español. En Alemania, sin ir más lejos, existe eso que denominamos “gobierno de coalición”, sí, porque lo es. Un Gobierno de coalición es el que forman distintos partidos, con distintos presupuestos, coincidentes, sin embargo, en tres asuntos fundamentales: mantenimiento del Estado, economía y relaciones internacionales. Ninguno de estos tres presupuestos básicos se da en el Ejecutivo que preside, teóricamente, Pedro Sánchez.

Veamos. La parte podemita del Gobierno -cinco ministerios, incluida una vicepresidencia- es firme partidaria de elevar a categoría de referéndum de autodeterminación los sueños equinocciales de Cataluña -ahí están las manifestaciones del non nato ministro de Universidades y las del jefe que nunca se fue-, mientras que -también teóricamente- los socialistas se aferran a la organización territorial establecida en la Constitución del 78. Verde y con asas.

Economía. Los de Sánchez, teóricamente socialdemócratas, respetan y aún impulsan la libertad económica bajo parámetros europeos, esto es, el respeto a la libre empresa. Por el contrario, la parte ultraizquierdista partidaria del “socialismo del siglo XXI” quiere y pretende que el Estado lo abarque y controle todo. Cualquier ejercicio que se encamine a crear, mantener y extender una empresa se anatemiza con los mismos argumentos utilizados en la extinta URSS, Cuba y la actual Venezuela, por citar tres ejemplos notorios y hartos descriptivos.

En política internacional, el PSOE dice abrazarse con efusión a los postulados occidentales -UE, NATO, Washington-, mientras que UP prefiere alinearse con regímenes que pretenden precisamente construir un orden al margen de ese modo de gobierno y de vida.

Los choques son constantes y diarios. No en asuntos baladís, sino en cuestiones esenciales de la gobernabilidad cotidiana de la nación. Sánchez capea sus contradicciones de mal en peor para concluir con un desgaste de su liderazgo como jamás se vio por estos lares.

¿Cuánto puede durar esto? Quizá en la noche/madrugada del 13 de febrero podamos tener alguna respuesta. Si es constante el cambio de ciclo o si, todo, más o menos, continúa igual.

Lo último en Opinión

Últimas noticias