El coraje de Ayuso
En Río de Janeiro la sociedad carioca acuñó el término «penetra» para aquellos que «se cuelan» en las fiestas, sin estar invitados, distinguiendo entre el «penetra» con buena educación, que es bien visto y recibido con simpatía, y el «penetra» 100%, impresentable, como el tal Bolaños, tipo chulesco y vulgar que, de inmediato, fue devuelto a la calle. Ahí tienen la explicación de por qué Alejandra Blázquez, la brava jefa de protocolo de Ayuso, plantó cara a ese «penetra» sumiso a Sánchez, que tenía la misión de reventar el acto del 2 de Mayo, Día de la Comunidad. Pero fracasó y la diosa del foro, le dejó claro al déspota fulero quién manda en Madrid.
Sánchez está al tanto de las encuestas y sabe que su fin se aproxima. Por eso activa todas sus trampas y miente más que nunca, que ya es decir. Compra voluntades y vende promesas, la desesperación se ha apoderado del mezquino. Le tiemblan las piernas, va a quedarse sin su Super Puma, sin su Falcon, sin sus palacios, que todo se lo apropia, ni otros escondites ad hoc, donde ocultar el daño que le está haciendo a la nación. Isabel Rodríguez, la ministra pizpireta que cada vez que abre la boca suelta una chorrada, ahora acusa al PP de: «deslegitimar al Gobierno». Imposible, porque ya está legitimado por Podemos, Bildu y los separatistas. Con tal de defender a su amo, lo imita haciendo el ridículo. Le faltó añadir que la pareja de moda, Pedro/Yolanda, jamás ha falseado los datos de empleo.
La sufrida clase media que se erigió en sustentadora de la democracia, debido a las barbaridades que ha hecho el sanchismo con la economía, está viviendo su ocaso. Aquella democracia próspera, hoy se ha convertido en una tiranía ruinosa que nos gobierna con decretos ley e impuestos delirantes, que se multiplican como moscas. Ángela Vallvey resume el caos con brillantez: «Hemos pasado de la banalización del mal, a la comprensión del mal. El salto de una cosa a otra es espectacular». El zumbado de la Moncloa se ha ganado a pulso perder las elecciones. Cuanto hizo, no se puede hacer peor. Las auditorías que le esperan, serán apoteósicas.
Cada día que pasa, falta menos para el 28-M, suena a obviedad, pero es así. El fiasco de Sánchez será digno de figurar en el Guinness World Records. Podemos desaparecerá, Bildu y los separatistas seguirán con el mercadeo, viviendo a nuestra costa. Sólo quedarán el Rey, Feijóo y Abascal para defender a España. Más el coraje, la firmeza, la pasión y el tesón que pone Ayuso en probar que Madrid es la mejor capital del mundo.