Condonación de la deuda: voto en contra y no aceptación

Tras el disparate de la condonación de deuda propuesta por el Gobierno para comprar los votos de ERC y de Junts y prolongar su estancia en La Moncloa, para lo que ha necesitado extender la propuesta a todas las Comunidades Autónomas de régimen común, para que no sea declarada inconstitucional, el Gobierno se jacta ahora de que las CCAA del PP han votado en contra, pero que, llegado el momento, aceptarán la condonación de su deuda.
Las CCAA del PP no pueden caer en esa trampa, por los siguientes motivos:
- El hecho de que se condone deuda lanza una muy mala señal al exterior, a los mercados, a los inversores, a los agentes económicos, porque da a entender que esas administraciones no pueden hacerse cargo de sus obligaciones, elemento que espantará la inversión.
- Dicha condonación no se hace para mejorar la economía, que nunca la mejoraría, sino por motivos políticos para que Sánchez continúe en el Gobierno. Es decir, es dinero por votos y, sobre todo, es aliviar de deuda a Cataluña para que en una hipotética independencia fuese más libre de cargas, y en eso no pueden colaborar las CCAA del PP, aunque sea aceptando la condonación.
- Es una medida claramente regresiva, pues la deuda no se evapora, sino que cambia de rúbrica, y esa deuda vamos a tenerla que pagar todos como contribuyentes españoles, al asumirla la Administración General del Estado (AGE). Por tanto, como la deuda se paga con impuestos, algunos contribuyentes de rentas bajas de algunas regiones como Murcia, Castilla-La Mancha o Asturias, por poner unos ejemplos, van a pagar más impuestos para cubrir los impuestos que dejen de pagar rentas altas de Cataluña por la condonación.
- El ahorro de intereses que le supone a una región es pequeño en comparación con el nivel de gasto de su presupuesto, con lo que ni siquiera consigue mejorar su saldo presupuestario de manera importante.
- Además, es falso que ese ahorro en intereses puedan gastarlo en otras políticas, porque con el cambio de reglas presupuestarias, ahora uno de los indicadores de cumplimiento principales es la regla de gasto primario, es decir, excluidos intereses de la deuda. Por tanto, por mucho ahorro que se generase en intereses de la deuda -que tampoco se generará tanto- no se puede destinar a gastos primarios, porque incumplirían el incremento de dicha regla de gasto.
Todo ello, son razones más que suficientes para no sólo votar en contra de la condonación, sino también para no aceptarla aunque salga adelante. La condonación es un grave error, porque debilita la credibilidad de la economía española. Además, es algo buscado para Cataluña, con el añadido de las demás para que no se pudiese considerar inconstitucional, pero no por deseo propio. Adicionalmente, una vez más vuelve a estar diseñado el sistema aplicado por los independentistas catalanes, al hacer la cuenta al revés: se estima qué quieren obtener y, en base a ello, se formula la metodología.
No es, por tanto, admisible la condonación, ni con este sistema de reparto de la misma ni con ninguno, pues perjudica a la credibilidad de la economía. Las deudas hay que pagarlas y las CCAA del PP no deben acogerse a la condonación en ningún caso, porque en nada beneficia ni a sus ciudadanos, ni al conjunto de españoles ni a la economía. Tendrán que realizar el esfuerzo necesario para explicarlo, pero no pueden aceptar la condonación, porque sería un grave error.