Ahora se entiende todo

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OKDIARIO viene informando sobre un sinfín de irregularidades administrativas en el control del vertedero de Zaldibar, bajo cuyos vertidos permanecen sepultados dos trabajadores desde el pasado 6 de febrero. La negligencia mortal del Ejecutivo vasco, que conforman PNV y PSE, parece evidente, pues el Gobierno autonómico conocía la situación penosa del vertedero -desde un punto de vista medioambiental y de seguridad- desde meses antes de la tragedia, pero no hizo nada. Ahora, en vísperas de las elecciones autonómicas, PNV y PSE se esfuerzan en desviar la atención de la opinión pública, conmocionada aún por las dimensiones de una tragedia que pudo evitarse.

OKDIARIO informa hoy sobre un dato relevante que podría esclarecer las razones de la inexplicable dilación a la hora de adoptar medidas por parte del Gobierno de Vitoria: la familia responsable de la empresa del vertedero no es una desconocida para el PSOE-PSE: el hijo del encargado del vertedero de Zaldibar fue candidato del PSOE en las municipales de 2007, el mismo año en el que la compañía logró la “autorización ambiental integrada”.
Ignacio Barinaga Eguía fue administrador único de la empresa responsable del vertedero de Zaldibar desde 2002 hasta 2011, tal y como costa en el Registro Mercantil.

Toda su familia sigue copando en estos momentos los altos cargos del vertedero que ha ocasionado el desastre ecológico. Y por si fuera poco, el Departamento de Medio Ambiente que debía haber reaccionado de urgencia tras ser advertido de ello por sus técnicos en noviembre de 2019 es del PSOE-PSE: Iñaki Arriola es su consejero.

No se trata de establecer una relación directa causa-efecto, porque nadie pudo prever la magnitud de la tragedia, pero sí de poner de manifiesto que la tardanza en adoptar medidas puede explicarse por el hecho de que los responsables del vertedero han mantenido y mantienen estrechas relaciones con el socialismo vasco. Y el socialismo vasco es, precisamente, quien tutela el Departamento de Medio Ambiente. Al que correspondía supervisar las instalaciones y el mantenimiento. Que se hizo tarde y mal es un hecho objetivo. Urge una explicación convincente. El Gobierno vasco no puede dar carpetazo al asunto. Y menos aún, después de las revelaciones de OKDIARIO.

 

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