AEMET, un error de cálculo mortal

Desde el primer día, OKDIARIO ha venido insistiendo en el clamoroso error de cálculo de la AEMET a la hora de prever la intensidad de las lluvias que devastaron Valencia causando la muerte a más de doscientas personas, pese a que desde el Gobierno se insistía y se sigue insistiendo en que la Agencia Estatal de Meteorología había clavado los pronósticos. Pues bien, en un informe remitido a la juez que investiga la gestión de la DANA, y al que ha tenido acceso OKDIARIO, el organismo público asume el error de sus predicciones para el 29 de octubre, día de la tragedia en la Comunidad Valenciana.
La entidad estatal infravaloró las precipitaciones hasta el punto de que éstas triplicaron de media sus pronósticos. La agencia reconoce en el informe que las precipitaciones en Valencia, «especialmente en la estación de Turís» tuvieron «intensidades extraordinariamente altas, constituyendo los acumulados nuevos récords nacionales de la red de estaciones de la Aemet». Y para justificar su error señala que «el dato máximo horario, de 185 mm, triplica al valor de 60 mm utilizado para la definición de torrencialidad». «En cuanto a los valores acumulados en seis y doce horas (621 y 720 mm, respectivamente) estos duplican a los más extremos anteriormente registrados en la estación de Alpandeire (Málaga) el 21 de octubre de 2018». Una situación extraordinaria que la AEMET fue incapaz de predecir.
Lo admitido ante la juez por la AEMET rompe el discurso del Gobierno de Pedro Sánchez, quien defendió que la agencia transmitió la información necesaria «sobre la meteorología y los caudales hídricos» -ambas cosas falsas, como ha quedado se manifiesto-, subrayando que emitió «los primeros avisos cinco días antes de la tragedia». Lo que no dijo Sánchez, y admite ahora la AEMET, es que para ciertas zonas de Valencia pronosticó una intensidad de lluvias cinco veces menor a la que finalmente se produjo. Eso sí, la pifia no merece para la juez encargada del caso una relevancia especial. La pregunta es sencilla. ¿No existe negligencia en la labor del organismo -dependiente del Gobierno- encargado de pronosticar la intensidad de las lluvias? Porque el error resultó mortal.