Los mercados imprescindibles de Madrid en lo que queda de septiembre


Septiembre es un mes de transición, pero en Madrid no significa rutina. Al contrario: las plazas, calles y barrios se animan con citas que invitan a curiosear, pasear y del aire libre. Las ferias y mercados que aún quedan por celebrarse este mes reúnen lo mejor de la ciudad: diseño, pintura, comercio local y gastronomía.
Aquí va un recorrido por las propuestas que conviene marcar en la agenda.
El Mercadillo de Pintores, arte al aire libre
Cada domingo, la plaza Conde de Barajas se convierte en un taller abierto. Allí más de cuarenta artistas cuelgan sus cuadros y esperan a quienes se acercan en busca de una obra original o simplemente de un paseo distinto. Este Mercadillo de Pintores recuerda al ambiente de Montmartre en París, aunque con un sello madrileño muy marcado.
Entre los participantes destaca Esteban Zamorano, que juega con tinta y color en ilustraciones surrealistas. Pero lo más interesante es el contacto directo con los creadores: se puede conversar, preguntar por técnicas y llevarse a casa un lienzo con historia.
- Domingo, de 10:00 a 15:00 h
- Plaza Conde de Barajas
Mercado de las Ranas, puertas abiertas en el Barrio de las Letras
El sábado 20 de septiembre regresa el Mercado de las Ranas, una actividad que llena de movimiento el Barrio de las Letras. Tiendas, bares y galerías amplían horarios, ofrecen descuentos y organizan actividades culturales para atraer a visitantes de todas las edades.
La iniciativa recuerda a mercados célebres de Londres o Nueva York, pero con personalidad propia. El nombre hace referencia a la antigua calle Cantarranas, hoy Lope de Vega. Gracias al apoyo de más de 260 comercios y al impulso del Ayuntamiento, esta cita se ha convertido en un escaparate que mezcla tradición, gastronomía y turismo cultural.
- 20 de septiembre
- Barrio de las Letras – Plaza Santa Ana
El Mercado del Encanto en el Hipódromo
El 28 de septiembre se celebra una nueva edición del Mercado del Encanto, un pop up que ya es referencia en Madrid tras una década de trayectoria. Lo especial de este evento es la selección de marcas: propuestas que no suelen encontrarse en tiendas convencionales, con el añadido de poder hablar directamente con diseñadores y artesanos.
El marco elegido, el Hipódromo de la Zarzuela, aporta un plus de ambiente festivo. Es el sitio perfecto para quienes buscan regalos originales o simplemente quieren pasar la mañana descubriendo piezas únicas.
- 28 de septiembre, de 10:00 a 15:00 h
- Hipódromo de la Zarzuela – Puerta Sur (A-6, km 8)
Mercados de Productores: sabor de kilómetro 0
La última parte del mes se reserva a los mercados más sabrosos. El 21 de septiembre se celebra el Mercado de Productores de Planetario y, una semana más tarde, el 28 de septiembre, el de Valdebebas. Ambos comparten filosofía: productos frescos y sostenibles, vendidos directamente por quienes los elaboran.
El paseo por sus más de 50 puestos es un festival de aromas y colores: quesos artesanos, miel, pan de masa madre, aceite, cerveza local, frutas y verduras recién cosechadas o vinos de pequeños productores. Comprar aquí no solo garantiza calidad y sabor, también supone apoyar a la economía local y reducir la huella ambiental.
- 21 de septiembre, de 10:00 a 15:00 h – Avenida del Planetario
- 28 de septiembre, de 10:00 a 15:00 h – Valdebebas
El acceso en transporte público es sencillo, con metro, autobuses y cercanías a pocos minutos de los recintos.
Mercados que definen el pulso de Madrid
Los mercados de septiembre son mucho más que un lugar donde llenar la cesta. Funcionan como puntos de encuentro en los que se cruzan vecinos, turistas, artistas y curiosos. Cada uno aporta una faceta distinta: el aire bohemio del Mercadillo de Pintores, la vitalidad del Mercado de las Ranas, la originalidad del Mercado del Encanto y el sabor auténtico de los Mercados de Productores.
Madrid muestra así su capacidad para combinar arte, comercio y gastronomía sin perder su esencia. Para quienes buscan planes distintos, estas citas ofrecen una manera perfecta de redescubrir la ciudad y de disfrutarla con calma, a pie de calle.