Animales

5 ejemplos de canibalismo en animales

El canibalismo en animales es un hecho en muchas especies

canibalismo en animales
Los anímales siguen teniendo comportamiento caníbal en muchas especies

El canibalismo es una práctica que se ha llevado a cabo en diversos lugares y culturas desde hace cientos de años, aunque desde luego no está bien vista. Y el canibalismo en animales tiene mucha presencia dependiendo de la especie, pero sigue siendo hoy en día una actividad muy realizada.

En el mundo animal el canibalismo es muy habitual, y resulta muy curioso conocer los datos de cómo se lleva a cabo según su especie.

Canibalismo entre animales

Tiburón toro

Está claro que los tiburones tienen instinto asesino, tanto que ya durante el embarazo hay 6-7 embriones pero solamente uno de ellos completa el ciclo de la gestación. El que «gana» es el que devora a todos sus hermanos. Una vez en el mar, también puede matar prácticamente a cualquier otro animal para comérselo.

Perritos de las praderas

A simple vista son unos animales adorables y muy bonitos, pero las hembras suelen ir a las madrigueras de otras hembras y devorar todo lo que pueden. Cuando se encuentran ante otras crías no tienen comportamiento maternal, por lo que son capaces de matar tanto a las crías como a sus madres.

Sapo de caña

Originarios de América del Sur, sus renacuajos se comen huevos de su propia especie. Cuando crecen, en vez de los huevos buscan a otros de su propia especie. Resulta curioso que en un estudio, hace unos años, se diseccionaron 28 sapos de caña y comprobaron que el 64% de las presas que tenían eran también sapos de caña.

Serpientes

Si hay un animal con instinto criminal, sin duda es la serpiente, que no tiene reparo en atacar a seres humanos u otros animales. La serpiente de cascabel se come a sus crías muertas, aunque se supone que es para recuperar nutrientes y poder reproducirse nuevamente.

Araña de lomo rojo

Hay muchos insectos que son un buen ejemplo de canibalismo en animales, especialmente de carácter sexual. En el caso de la araña de lomo rojo, el macho se lo quiere poner fácil a la hembra y, después del acto, se coloca en una postura en la que a la hembra le resulte fácil comérselo.

Según un estudio realizado en el año 2003 con estas arañas, los machos que son comidos por su pareja después de aparearse engendran más descendencia que aquellos a los que la hembra decide no comerse.

Lo último en Naturaleza

Últimas noticias