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La toxoplasmosis en el perro

La toxoplasmosis en el perro es una enfermedad no demasiado común, pero que en alguna ocasión puede suceder. Te contamos sus síntomas y tratamiento.

La toxoplasmosis
Enfermedades en perros: La toxoplasmosis

La toxoplasmosis suele asociarse a los felinos, específicamente a los gatos; sin embargo, los perros también pueden padecerla, por lo que es importante estar informado sobre los síntomas de dicha enfermedad. También es recomendable conocer cuáles son los factores de riesgo y así hacer todo lo posible por evitar que el perro pueda contaminarse. A continuación, veremos algunos de los datos más relevantes sobre la toxoplasmosis en el perro, su síntomas, tratamiento y causas de contagio.

Toxoplasmosis en el perro: causas y síntomas

La toxoplasmosis en el perro es una enfermedad que no es tan común pero que, sin duda alguna, puede afectarle. La forma en que un perro puede contagiarse es cuando entra en contacto con una superficie que esté contaminada, como por ejemplo heces de un gato con toxoplasmosis. También puede contagiarse si ingiere carne cruda que esté contaminada, es decir, que contenga los huevos del parásito.

También cabe destacar que hay algunos grupos de riesgo mayores. Es el caso de los perros que padecen enfermedades que afecta su sistema inmunológico. En este aspecto, los perros inmunodeprimidos son más vulnerables. De igual forma, los perros muy jóvenes también tienen más probabilidades de contagiarse de toxoplasmosis.Toxoplasmosis en el perro

En lo que se refiere a los síntomas, pueden ser muy amplios y variados. No necesariamente el perro los presentará todos, bastará con que tenga algunos para llevarlo al veterinario. Los síntomas más comunes son: temblores, convulsiones, parálisis completa o parcial, vómitos, diarrea, pérdida de apetito y de peso, poca coordinación en sus movimientos, inflación abdominal, debilidad muscular, ictericia, falta de energía, expresiones de molestia o dolor.

Tratamiento de la toxoplasmosis

El veterinario deberá, en primer lugar, confirmar el diagnóstico de la toxoplasmosis. Para ello le realizará al perro unos exámenes de sangre. Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento dependerá de la gravedad del animal. Como el objetivo es estabilizar al perro, es posible que se le coloque hidratación intravenosa y se le indique la administración de un tratamiento con antibióticos.

En algunos casos, especialmente cuando el perro está muy débil, será necesario dejarlo hospitalizado durante varios días. El pronóstico y recuperación dependerá de la gravedad del caso, así como también de la gravedad de las lesiones y localización de las mismas. En este aspecto, los casos más complicados son los que afectan al sistema nervioso central.

La toxoplasmosis en el perro es una enfermedad que hay que atender bien, ya que si no se trata de forma efectiva puede acarrearle muchos problemas al animal en su calidad de vida. Es fundamental evitar los factores de riesgo y acudir al veterinario ante la más mínima sospecha de que el can se siente mal. ¿Tu perro ha sufrido de esta enfermedad?

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