Soy veterinario y esto es lo que debes hacer para educar a tu perro: los trucos definitivos
La educación es clave para el bienestar del perro
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La educación y el adiestramiento del perro va mucho más allá de enseñar trucos básicos. Es un compromiso que favorece el bienestar del perro y mejora la convivencia. Más allá de corregir conductas inadecuadas, mejora la comunicación con su tutor, promueve su desarrollo emocional e intelectual, y garantiza su seguridad. A pesar de los mitos, cualquier perro, independientemente de su edad, raza o tamaño, puede beneficiarse de este proceso, ya que lo ayuda a integrarse mejor en su entorno al conocer su lugar dentro de la «manada» familiar.
Es importante no confundir el adiestramiento con la educación básica. Mientras que educar implica enseñar normas de convivencia, el adiestramiento establece una relación de confianza y obediencia que permite al perro y a su tutor disfrutar más de su compañía. Al aprender a seguir órdenes, el perro se siente más seguro y protegido, reduciendo el riesgo de accidentes y reforzando el vínculo emocional entre ambos. En definitiva, el adiestramiento no sólo beneficia al perro, sino que también enriquece la relación con su tutor, haciéndola más satisfactoria y armoniosa.
Los mejores trucos para educar al perro
En este contexto, un veterinario consultado por Wokii ha compartido varios trucos para educar a un perro, destacando que ninguno de ellos implica usar la violencia o intimidación. Tres trucos muy sencillos de aplicar por quienes tengan animales activos y juguetones, como un perro.
Uno de los puntos clave es establecer una rutina diaria. Premiar a la mascota con una golosina o una caricia cuando se comporta bien le ayudará a entender qué comportamientos son correctos. El veterinario sugiere, por ejemplo, sacar al perro siempre a la misma hora para que asocie los paseos con hacer sus necesidades fuera de casa. En los primeros días, es importante mantener horarios y rutas constantes para que el perro aprenda que la calle es el lugar adecuado para hacer sus necesidades, especialmente después de comer.
El segundo truco consiste en utilizar el juego como una forma de construir un vínculo sólido con la mascota y enseñar órdenes básicas. Este método es particularmente eficaz con cachorros, ya que su capacidad de aprendizaje es mayor en sus primeros meses de vida.
Finalmente, para evitar que las mascotas se pongan nerviosas cuando lleguen visitas, se recomienda familiarizar al animal con amigos y familiares durante encuentros previos. Si el animal reconoce a las personas, estará más relajado cuando las vea en casa. Si los amigos no son amantes de los animales, una solución es mantener a la mascota atada con una correa, permitiéndole interactuar sin que su entusiasmo sea abrumador.
Órdenes
El adiestramiento de un perro es fundamental para su desarrollo y comportamiento, especialmente cuando llega un cachorro a la familia. La educación canina no sólo ayuda a mejorar su conducta, sino que también fortalece el vínculo entre el perro y su dueño. Para quienes se inician en esta tarea, es importante empezar por órdenes básicas que sentarán las bases de su entrenamiento futuro.
La primera orden es «sentado», una instrucción simple que facilita la comunicación con el perro, permitiéndole pedir cosas como salir o comer. Para enseñarlo, se puede usar una golosina como estímulo. La siguiente orden es «quieto», útil para mantener la calma en situaciones como la llegada de visitas. Una vez el perro esté sentado, se le indica con una señal que no se mueva y se le recompensa al cumplir.
«Ven» es una orden crucial para que el perro acuda cuando se le llama, mientras que «tumbado» o «échate» es útil para que descanse en su sitio. Además, enseñar a caminar junto al dueño sin tirar de la correa requiere constancia. Otros comandos importantes son «trae», «busca» y «suelta», que fomentan el juego y la obediencia. Finalmente, órdenes como «ve» o «salta» permiten al perro disfrutar de libertad controlada o participar en ejercicios.
Paseo
Pasear con tu perro es esencial para su bienestar físico y mental. Los paseos diarios no sólo permiten que tu mascota haga sus necesidades, sino que también favorecen su ejercicio, socialización y estimulación mental. Lo ideal es realizar tres paseos al día, de preferencia en la mañana, la tarde y la noche, asegurando así un equilibrio entre actividad y descanso.
Es fundamental que los paseos sean lo suficientemente largos para que el perro libere energía. Si no puedes ofrecer un paseo extenso, complementa la actividad con juegos en casa. Además, durante los paseos, lleva siempre contigo accesorios como bolsas para recoger sus desechos, juguetes y agua si es necesario.
Al salir, asegúrate de que tu perro esté calmado y no ansioso. Alterna el paseo con momentos de juego y socialización, permitiendo que interactúe con otros perros. Para enseñarle a caminar a tu lado sin tirar de la correa, utiliza refuerzos positivos como recompensas y elogios.
Finalmente, el paseo es un momento ideal para reforzar la obediencia y estrechar el vínculo entre ambos, disfrutando de tiempo de calidad juntos.