Ésta es la razón por la que tu perro arrastra el culo por el suelo
Uno de los motivos más comunes puede ser un problema con las glándulas anales
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¿Alguna vez has observado que tu perro arrastra el culo por el suelo y no sabes por qué motivo lo hace? Lo cierto es que éste no es el único comportamiento extraño que muestran los perros. Algunos perros persiguen su propio rabo por diversión o dan vueltas en círculos antes de acostarse. En lo que respecta a arrastrar el culo por el suelo, puede haber muchas causas detrás de este comportamiento, entre ellas jugar o llamar la atención. Sin embargo, en la gran mayoría de casos tiene que ver con algún problema de comezón anal, lo que le lleva al animal a hacer esto para tratar de alivia la molestia que tiene.
Teniendo esto en cuenta, cuando el perro arrastra el culo por el suelo, a menudo se debe a picazón en la zona anal, ya que no puede rascarse como lo haría con sus patas. Esta incomodidad puede deberse a varios factores, como una obstrucción o inflamación de las glándulas anales, parásitos internos, diarrea o restos de heces. En algunos casos, también podría deberse a una fístula anal. Para abordar el problema adecuadamente, es fundamental llevar al perro al veterinario para una evaluación exhaustiva y determinar el tratamiento adecuado.
Razones por las que el perro arrastra el culo por el suelo
Cuando un perro arrastra el culo por el suelo, una de las causas más comunes puede ser un problema con las glándulas anales. Estas glándulas, situadas a ambos lados del ano, secretan una sustancia que da a cada perro su olor único. Si las glándulas no se vacían adecuadamente, puede producirse una impactación, inflamación o infección, que requiere atención veterinaria para vaciar las glándulas y tratar posibles infecciones.
Los parásitos internos también pueden dar lugar a este comportamiento, especialmente en cachorros. Los nematodos y las tenias son comunes y pueden causar picazón y malestar anal. La presencia de parásitos suele acompañarse de otros síntomas como vómitos y diarrea, y requiere tratamiento con antiparasitarios.
Otra causa puede ser la obstrucción anorrectal, que se dacuando hay dificultades para la salida de las heces. Esta obstrucción puede ser causada por un agrandamiento de la próstata, cuerpos extraños, fracturas en la pelvis o problemas en el conducto anal, entre otros. A menudo, la solución puede ser quirúrgica, especialmente si se trata de tumores o hernias.
La proctitis, una inflamación del ano y el recto, puede ser otra causa, resultando de diarrea, picaduras de insectos o heces duras. Los perros con proctitis suelen lamer y mordisquear la zona afectada. El tratamiento suele incluir medicación específica y pomadas para aliviar la irritación.
Finalmente, el falso estreñimiento ocurre cuando el pelo alrededor del ano se compacta con heces secas, formando un tapón. Esto causa irritación y dolor, y puede requerir la intervención del veterinario para la limpieza y el tratamiento adecuado.
El motivo por el que los perros se huelen el culo
Los perros se huelen el culo unos a otros por varias razones biológicas y sociales que responden a sus necesidades comunicativas. Este comportamiento, aunque puede parecer extraño para nosotros, es una parte fundamental de la interacción canina y está profundamente arraigado en sus instintos naturales.
En primer lugar, los perros tienen un sentido del olfato extremadamente agudo, hasta 100.000 veces más potente que el de los humanos. Esta capacidad se debe a un mayor número de células olfativas y a la estructura de sus narices, que les permite detectar una amplia gama de olores.
En el proceso de olfatear el culo de otro perro, utilizan el órgano de Jacobson, que se encuentra en el paladar, para interpretar feromonas. Este órgano permite a los perros captar y procesar feromonas, que son señales químicas que transmiten información sobre el estado emocional, la salud, la dieta y otros aspectos relevantes de un perro.
El culo de los perros también contiene glándulas anales, que secretan un fluido aceitoso con feromonas. Estas feromonas son únicas para cada perro y contienen información detallada, como su estado de salud, edad, género y estado reproductivo. Al olfatear estas glándulas, los perros pueden obtener una «biografía» del otro, lo que les permite identificar y conocer mejor a sus congéneres.
Además, olfatear el culo también ayuda a los perros a establecer jerarquías sociales. En un encuentro, el perro que inicia el olfateo suele asumir un rol dominante, mientras que el otro perro, al ser olfateado, puede mostrar señales de sumisión o incomodidad. Los perros que se sienten incómodos pueden mostrar lenguaje corporal que indica su malestar, como evitar el contacto visual o mostrar rigidez.
En definitiva, determinados comportamientos de los perros, como olfatear el culo de sus congéneres, son esenciales para la comunicación y socialización canina. Estos instintos permiten a los perros intercambiar información sobre su estado de salud, jerarquía social y disponibilidad reproductiva. Comprender estos comportamientos ayuda a responder adecuadamente a sus necesidades y a facilitar sus interacciones sociales.