6 consejos para llevar a tu gato de vacaciones
Llega el verano y estamos planificando nuestros viajes y escapadas. Estos sencillos tips te ayudarán a la hora de llevar a tu gato de vacaciones.
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Muchas personas sueñan con llevarse a su gato de vacaciones y disfrutar con él de esos merecidos días de descanso. Y esto es totalmente posible. Sin embargo, los felinos son animales muy territoriales, no les gustan mucho los cambios y se estresan fácilmente. Por ello y para que la experiencia sea placentera tanto para el gato como para su dueño, presentamos a continuación 6 consejos para llevar a un gato de vacaciones.
Antes del viaje
Las vacaciones empiezan generalmente con un viaje a otra ciudad o a otra región. Y ese desplazamiento puede estresar mucho a un gato. Antes de la fecha planificada para el viaje, es recomendable acudir al veterinario para que le haga una revisión completa a nuestra mascota. Además, nos facilitará todas las recomendaciones para que el viaje sea agradable.
El trasportín
El trasportín debe ser rígido, con rejillas y con un sistema de cierre seguro. Es importante que sea adaptado al tamaño del felino y que este se sienta cómodo en su interior. Es recomendable, unos días antes, dejar la caja abierta en un lugar de la casa que sea muy familiar para el gato. Así el animal podrá inspeccionarlo y familiarizarse con él.
Durante el trayecto
Si el viaje es en coche, es aconsejable colocar el trasportín en el suelo detrás de los asientos delanteros o en el asiento trasero, con el cinturón abrochado. Es mejor si las ventanas están subidas y la música baja. También es importante conducir cuidadosamente, sin movimientos bruscos, y realizar algunas paradas para que nuestro gato beba agua.
Elegir un lugar adecuado
Para llevar a un gato de vacaciones es necesario verificar que el alojamiento sea adecuado para él. Lo primero es asegurarse de que sea un lugar que permite mascotas. Igualmente hay que informarse sobre todas las normas que tenga el alojamiento, para no llevarse ninguna sorpresa.
Una vez en el lugar
Una vez que estemos instalados, debemos elegir un rincón o una habitación donde pondremos todos los ‘artículos personales’ del gato: el trasportín, su caja de arena, etc. Este será su lugar seguro, donde podrá refugiarse, e intentaremos no alterarlo hasta que se adapte al nuevo lugar.
Evitar los riesgos
Para llevar a un gato de vacaciones es necesario que tenga un chip con los datos actualizados. De esta forma, si el gato se escapa será posible identificarlo y devolverlo a sus dueños. Un collar con una plaquita también puede servir. Lo importante es que quien lo encuentre sepa dónde llamar.
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