Los madrileños encantados con el musical de Nacho Cano que apoyó Ayuso y denostó la izquierda: «Es brutal»
Derroche de música, luces y colores. El recinto ferial de Ifema alberga desde hace dos semanas el espectáculo Malinche, dirigido por el compositor madrileño Nacho Cano. Tras superar decenas de imprevistos, incluyendo las zancadillas de los partidos políticos de la izquierda, el show ha conquistado a decenas de madrileños. Así lo ha podido comprobar OKDIARIO que recaba opiniones positivas de todos los consultados.
«Es la primera vez que vengo a un musical y me ha gustando mucho. Se lo recomendaría a todo el mundo», señala un joven. «Es muy positivo que las instituciones apoyen todas las muestras de cultura. Este es un gran ejemplo», indican dos chicas.
En total, casi tres horas de diversión, incluyendo un descanso de 25 minutos, que deja maravillados a los asistentes. Una piscina en el escenario, actores que bajan y suben desde el techo y un sinfín de sorpresas. «Todo es muy llamativo: las canciones, el decorado del escenario, el vestuario… Merece mucho la pena venir», expone una señora. «Es un trabajazo. Nacho Cano es impresionante. Me ha gustado mucho. Los bailarines son de diez y la música también», agrega otra para subrayar a continuación: «Es brutal, para hacer esto hay que saber mucho. Este equipo es muy bueno».
La polémica arrancó cuando el Ayuntamiento de Madrid, liderado por José Luis Martínez-Almeida, mostró su predisposición en ceder para este musical un gran solar abandonado en el distrito de Hortaleza. Sin embargo, tras las críticas de la izquierda hubo un cambio de planes. Finalmente, fue Ifema, un espacio gestionado por la Comunidad y el Ayuntamiento, el emplazamiento elegido. La apuesta por llevar la cultura a un distrito humilde no gustó en Más Madrid, Podemos y otras formaciones que vieron con incredulidad que se iba a levantar un teatro en forma de pirámide maya de grandes dimensiones.
Ahora, en su nueva ubicación, la explosión de medios técnicos y humanos de Malinche deslumbra a los cientos de asistentes que ocupan el graderío. Mezcla de géneros: de rock a flamenco, pasando por rap, baladas… Todo a disposición de la espectacularidad que, unido a la discoteca construida anexa al teatro para consumir comida y bebida, se asemeja a un show al más puro estilo americano. El público se sorprende con un terremoto dentro de la sala o guiños a las canciones que colocaron en el mapa a Mecano y a Nacho Cano, que aparece al final de la función para recibir los aplausos y vítores del respetable.
Una pirámide azteca de 30 metros y un macroparking de 10.000 metros cuadrados. Puede parecer una broma, pero este el plan de Nacho Cano para Hortaleza que Almeida quiere para Madrid😱 pic.twitter.com/76i1alSuWj
— Más Madrid Ciudad (@MasMadridCiudad) September 16, 2021
Otra de las controversias que han sobrevolado el musical versan sobre la colonización. En unos días en los que la izquierda se rasga las vestiduras con Cristóbal Colón, Nacho Cano no se arruga y celebra que los españoles llevaron valores positivos al Nuevo Mundo. OKDIARIO pregunta a asistentes al musical procedentes de Latinoamérica y lo dejan claro: no entienden la polémica. Aplauden con entusiasmo que sus raíces se pongan en valor en la capital española.