La Fiscalía pide archivar los sabotajes al Zendal a pesar de la información aportada por el hospital
La investigación sobre los robos y sabotajes en el Hospital Enfermera Isabel Zendal, denunciados a principios de año, está más cerca de cerrarse sin haberse todavía resuelto. La Fiscalía ha solicitado al titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid el sobreseimiento provisional de la causa, debido a la falta de pruebas sobre la autoría de los hechos.
Una petición que tiene lugar a pesar de la que la dirección del centro hospitalario puso a disposición de los investigadores un completo dossier con las claves necesarias para confeccionar “una lista de personas de interés para la investigación», o lo que es lo mismo, posibles sospechosos. Con esta información, los investigadores diseñaron un plano de situación de todas las estancias y horarios en los que se detectaron robos y actos de sabotaje. Sabían quién y a qué hora tuvo acceso a esos lugares. De hecho, ante el juez llegó a declarar como investigado un celador.
No obstante, ahora la Fiscalía argumenta que «no consta» la identidad de nadie que hubiera sido testigo de los hechos cuando se produjeron y que al carecer de grabaciones no se puede dirigir la acusación contra una persona en concreto. Asimismo, esgrime que la puerta de celadores estaba cerrada sin llaves, y que «esa madrugada había más personas, además del investigado, trabajando en el hospital por lo que cualquiera de ellos pudo cometer los hechos».
Robaron material fundamental
Las investigaciones policiales comenzaron a raíz de una denuncia interpuesta por el Coordinador de Gestión del Servicio Madrileño de Salud de la Comunidad de Madrid para el Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal, a consecuencia de una serie de daños, «al parecer intencionados», acaecidos en diversas instalaciones y aparatos del referido hospital de emergencias prácticamente desde su inauguración en diciembre de 2020.
El denunciante hizo constar también que en el hospital había desaparecido diverso instrumental y utillaje médicos que, en su mayoría, se encontraba en los denominados «carros de parada» ubicados en la UCI, material fundamental para resucitar a pacientes en parada cardiorrespiratoria y cuya disponibilidad puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Otra de las incidencias denunciadas fue la activación de la alarma de incendios de manera manual desde la central de alarmas 2, ubicada en el cuarto de celadores del pabellón 2, la madrugada del 24 de diciembre de 2020. Dicha alarma, que activó la locución de voz instando a la evacuación del edificio, causó, según la Fiscalía, «gran temor y desasosiego entre el personal sanitario y trabajadores que se encontraban trabajando en aquellos momentos pero sobre todo entre los 65 pacientes que en aquella madrugada estaban ingresados en el hospital».
En concreto, la activación de la alarma de incendios se produjo hasta en ocho ocasiones entre las 01:11:01 y las 01:14:49 horas, «todas de manera manual y todas desde la central de alarmas 2».
El escrito de la Fiscalía subraya que a través de los informes técnicos de la empresa instaladora del sistema de detección de incendios «quedó descartado el fallo en el sistema de alarma» y que de haber habido un fallo técnico, «en ningún caso hubiera activado la locución de voz para evacuar el edificio, ya que el sistema de alarma de incendios del hospital Isabel Zendal está diseñado para que en caso de fallo técnico no se active el mensaje de evacuación».
Sin embargo, y «a pesar de la investigación policial llevada a cabo», la Fiscalía Provincial de Madrid asegura que se desconoce la identidad del autor/es de tales daños y sustracciones, por lo que ha pedido el sobreseimiento provisional de la causa.