Cómo es el postoperatorio tras un injerto capilar
Cuando una persona decide someterse a un injerto capilar con el propósito de poner remedio a su alopecia, generalmente le surgen un montón de dudas. Algunas de ellas están relacionadas con qué pasará en los días siguientes a la intervención, es decir, durante el postoperatorio.
Aunque no hay mucho de lo que preocuparse, ya que se trata de una cirugía poco invasiva, sí que se deben tener una serie de aspectos en cuenta para garantizar unos resultados óptimos. Los explicamos a continuación.
Los primeros días tras el injerto capilar
Lo normal es que, tras haber elegido un centro especializado a través de Elegirclinica u otros portales comparadores, el especialista aporte toda la información y resuelva las dudas que le puedan surgir al paciente. Posteriormente, llevará a cabo las pruebas necesarias y fijará una fecha para la intervención.
Conviene saber que los injertos capilares no requieren de ingreso hospitalario, es decir, el paciente vuelve a su casa transcurridas un par de horas desde el final de la intervención. Una vez superada la anestesia, es normal sentir algunas molestias y un poco de escozor tanto en la zona donante como en la receptora.
También puede aparecer un edema en la frente, pero no es nada que deba preocupar. En la propia clínica realizarán las curas pertinentes para favorecer la cicatrización y reducir al mínimo dichas molestias.
Después, durante los primeros días, el paciente deberá tomar antibióticos y analgésicos para mitigar el dolor. El médico que haya ejecutado la intervención será el responsable de recetarlos y de indicar la posología para prevenir infecciones.
En este sentido, a partir del tercer día tras la intervención, empezarán a aparecer costras y rojeces en el cuero cabelludo. También son normales, ya que forman parte del proceso natural de cicatrización. De hecho, son señales de que todo evoluciona de forma correcta.
Consejos para evitar problemas tras el injerto capilar
Lo más importante de todo es evitar la exposición directa al sol del cuero cabelludo. Por ello, durante las primeras semanas es recomendable usar gorras, sombreros o cualquier otro complemento que cubra la zona donante y la receptora. También hay que evitar el uso de secadores y los baños con agua demasiado caliente.
Esto último es fundamental, ya que el paciente debe mantener el cuero cabelludo perfectamente limpio durante toda la fase postoperatoria. A este respecto, ha de utilizarse agua tibia y champús especialmente delicados con la piel. Eso sí, a partir del tercer día. Como es obvio, hay que evitar la actividad física, dado que incrementa la sudoración y la presión en la zona.
Si todo va bien, la persona que se ha sometido al injerto capilar podrá volver a hacer ejercicio transcurridos 10 días desde la operación. Sin embargo, deberá esperar entre dos y tres semanas para poder realizar actividades de alta intensidad.
Otra cuestión importante es el sueño. Durante los primeros días, el paciente debe dormir bocarriba y un poco incorporado con el objetivo de evitar que el cuero cabelludo roce la almohada.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, no solo se estará más tranquilo de cara a la intervención, sino también durante la fase de recuperación.