Operación Mónaco

Sanz Roldán nombró de enlace del CNI con Corinna al número 2 operativo del Centro

Corinna
El ex jefe del CNI, general Sanz Roldán, y Corinna Sayn Wittgenstein.
  • Manuel Cerdán y Borja Jiménez

El director del CNI, Félix Sanz Roldán, le remitió un corto mensaje a Corinna Sayn Wittgenstein, el 24 de abril de 2012, para comunicarle que su número dos operativo del servicio secreto iba a ponerse en contacto con la princesa alemana para tratar el tema de su seguridad en Mónaco.

El jefe del espionaje español se mostraba escueto en su email: “Mr. Sánchez te llamará en mi nombre. Félix Samz”.

El mensaje presentaba una falta de ortografía. En lugar de la “n” de “Sanz”, el apellido del general aparecía escrito con una “m”. Era el resultado del mal uso de las teclas del móvil, y no la intención de firmar con una identidad falsa como cuando se presentaba en otros correos con el seudónimo Paul Bon.

El mensaje se producía un día después de que el propietario de la agencia Algiz Security de Mónaco, Sascha Kunkel, se presentara a Corinna de parte de “los amigos de España” para comunicarle que su empresa con sede en el Principado se iba a hacer cargo de su seguridad.

Cuando el jefe del servicio secreto se refería a “Mr. Sánchez” como enlace de la princesa con el CNI estaba hablando del espía R.S.P -omitimos su identidad por medida de seguridad- que entonces estaba al frente del área operativa de los servicios secretos. El coronel se encargaba de la sección de Interior y era el responsable de la captación de fuentes humanas, una actividad que de facto podría catalogarlo como el número dos operativo del Centro.

«Contrario a lo que dice el Rey»

Sin embargo, las relaciones entre Corinna y el coronel del CNI nunca fueron fluidas. Por una parte, la princesa creía que trataba con un simple intermediario cuando se enfrentaba a uno de los mejores agentes del Centro. Por otra, el militar espía desconocía que siempre se encontraría  en desventaja porque aquella operación nada tenía que ver con una misión convencional contra el terrorismo o la delincuencia internacional. Estaba en juego la imagen pública del entonces Rey de España e, incluso, el futuro de la Monarquía.

Mr. Sánchez intentó cumplir con las órdenes recibidas -mediatizar a Corinna y recuperar la documentación que se hallaba en su poder- pero nunca calculó que el margen de maniobra era muy limitado. Tras sus primeros contactos con Corinna, se encontró ante una mujer que se sentía engañada y estafada por Su Majestad y por Sanz Roldán. El coronel adoptó una serie de decisiones que no gustaron a la princesa alemana y que motivaron sus quejas ante Sanz Roldán.

Juan Carlos I
El Rey emérito Juan Carlos I. (EP)

Éste le contestó con un mensaje, el 17 de mayo de 2012, en el que le aclaraba algunas cosas: “El email que acabas de recibir tiene algunos fallos. Puedes llamarme o te enviaré uno diferente mañana”. Y la tranquilizaba: “Sin intención de cambiar tu seguridad en Monte Carlo».

Un día después, Corinna le contestaba: “He recibido otro email de la misma persona de ayer, básicamente diciendo lo mismo que en el anterior correo, sólo más políticamente correcto. Es de nuevo contrario a lo que dice el Rey. Me estoy acostumbrando a esta confusión”.

Cuatro horas después, la princesa recibía respuesta del director del CNI que le decía: “Su Majestad me ha pedido que contacte contigo por lo de tu seguridad. Nosotros mantendremos seguras tus propiedades durante el tiempo que lo necesites”.

Es decir, los servicios secretos españoles se dedicaban directamente a darle protección a la ex compañera sentimental del entonces Rey, algo que Sanz Roldán siempre negó en sus dos comparecencias ante la Comisión de Secretos del Congreso.

Eran unas fechas en las que Corinna ya se había percatado de que, con la excusa de su seguridad, le estaban sustrayendo sus documentos para blindar la imagen pública de SM y sus negocios internacionales.

La reacción de la cúpula de la carretera de la Coruña, donde tiene su sede el CNI, adquirió una subida de tono, próxima a la amenaza. Una vez más, hacía acto de presencia el fantasmagórico Paul Bon quien, el 11 de junio, remitía con el título “nuevos desarrollos” quizás el último mensaje a Corinna: “Querida señora, tras recibir tu último email, recibimos instrucciones para desarrollar las actividades que fueran necesarias para determinar verificar algunas de las declaraciones hechas por las diferentes partes involucradas”.

villarejo
La princesa Corinna. (Foto: Getty)

Días después, el general en persona se desplazó a Londres y se entrevistó con Corinna en una suite del hotel Connaught, que supuso la ruptura de relaciones.

Mr. Sánchez, destinado a Londres

Cinco años después, en marzo de 2017, el coronel R.S.P fue destinado como agregado a la Embajada española en Londres, como figura en el directorio de la delegación diplomática. Resultaba un tanto paradójico que el nuevo destino del militar estuviera situado a unas manzanas de la residencia familiar de Corinna en Eaton Square, en Belgravia, una de las zonas más caras de Londres.

Mr. Sánchez fue destinado a la capital británica después de que mantuviera varias entrevistas secretas con el comisario Villarejo para tratar el caso Corinna. El espía había recibido la orden de sus superiores de recuperar una supuesta cinta con la grabación del encuentro londinense entre Sanz Roldán y Corinna. Sospechaban que la había podido registrar la ex compañera sentimental del Rey con la ayuda de los servicios de información británicos del MI6 británico y que el policía pudiera poseer una copia. Hasta la fecha, es un misterio si ese encuentro fue grabado.

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