Puigdemont y Mas se enfrentan a otro juicio por gastar 418 millones para vender el procés en el exterior

tribunal de cuentas Artur Mas
Carles Puigdemont y Artur Mas (Foto: Efe).

El culebrón judicial al que se enfrentan Artur Mas y el prófugo de la Justicia Carles Puigdemont no ha terminado. El informe que el Tribunal de Cuentas ha elaborado sobre la Acción Exterior de la Generalitat abre la puerta para que ambos ex presidentes sean procesados ahora por gastar 416’8 millones de euros para promocionar el proceso de independencia fuera de nuestras fronteras.

Este es el dinero público que la Generalitat ha gastado desde 2011 a través de su Departamento de Asuntos Exteriores, su red de embajadas y su consorcio de «diplomacia pública», el Diplocat. La práctica totalidad de las actividades desarrolladas por dicho departamento han estado dirigidas a un fin ilegal: promocionar en el exterior el proceso de independencia de Cataluña y recabar apoyos internacionales para crear un nuevo Estado, vulnerando la Constitución.

La Sección de Enjuiciamiento del Tribunal de Cuentas se dispone a designar al delegado instructor que determinará la cifra de dinero gastada de forma ilegal e identificar a los responsables a los que exigirá judicialmente que devuelvan, de su propio bolsillo, el dinero malversado.

Una responsabilidad que, de acuerdo con las conclusiones del informe, no sólo afectarán a los ex presidentes Artur Mas y Carles Puigdemont, sino que también podría alcanzar a altos cargos del departamento de Exteriores que, durante los meses previos al 1-O, dirigió Raül Romeva.

Cientos de millones gastados en un fin ilegal

El conseller Raül Romeva compareció en febrero de 2016 ante el Parlament para anunciar que “el Departamento de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia es la primera estructura de Estado que ha creado este Gobierno y demuestra la voluntad inequívoca de convertirse en Estado».

Los Presupuestos de su Departamento proclamaban que “la actual legislatura tiene como objetivo establecer las bases que hagan posible la declaración de la independencia de Cataluña, a partir de la creación de unas estructuras de Estado y del impulso de un proceso de desconexión nacional y popular con el Estado español. Para que este objetivo de país sea posible, es necesario reforzar la proyección exterior de Cataluña y lograr su reconocimiento”.

Primero el Govern de Artur Mas y luego el de Carles Puigdemont han destinado ilegalmente, desde 2011, más de 400 millones de euros públicos para alcanzar este objetivo. Bastan algunos ejemplos: según el informe del Tribunal de Cuentas, el 74% de las actividades desarrolladas por el Diplocat con dinero público estuvieron relacionadas con el proceso de independencia.

En cuanto a la red de «embajadas» de la Generalitat en el exterior, organizaron o participaron en 456 actividades relacionadas con el mismo fin. Desde su creación, la red de «embajadas» de la Generalitat ha costado 27 millones de euros, mientras que el Diplocat ha gastado otros 15,8 millones.

El referéndum ilegal en las «embajadas»

Ya durante el mandato de Artur Mas, la Generalitat habilitó sus delegaciones comerciales de Alemania, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Argentina, Japón, Australia, Canadá, México, Estados Unidos, Italia, Colombia, China, Brasil, Dinamarca y Chile como centros de votación del referéndum ilegal de independencia del 9-N, que había sido prohibido por el Tribunal Constitucional.

Hay un caso especialmente sangrante. El Diplocat pagó casi un millón y medio de euros a la firma norteamerciana ID entre 2013 y 2015 para lograr que la comunidad internacional respaldara el proceso de independencia. Esta compañía organizó decenas de encuentros de responsables de la Generalitat con parlamentarios y embajadores de distintos países, para conseguir su apoyo al procés.

ID también se encargó de publicar en la prensa internacional (casi siempre previo pago) decenas de artículos para defender el pretendido «derecho a la autodeterminación» de Cataluña. Este es el motivo por el que numerosos medios internacionales han mostrado con simpatía el golpe de Estado de Carles Puigdemont.

Tras cobrar 1,5 millones de euros públicos de la Generalitat, la compañía ID se encargó de organizar varios viajes de Artus Mas y sus consellers a Estados Unidos, con el fin de entablar contactos internacionales y defender la independencia de Cataluña. La misma compañía se encargaba de escribir los discursos de Artur Mas y elaborar los argumentarios que se distribuían a la prensa.

El viaje del Papa a Cataluña

El Tribunal de Cuentas explica que la firma ID «se caracteriza por exhibir unas experiencias vinculadas con procesos independentistas, secesionistas o vinculados con el resultado de guerras de esa naturaleza como (Croacia, Sudán del Sur y Georgia)».

Tan sólo en 2013, esta compañía organizó en Bruselas una «reunión no oficial» de miembros de la Generalitat con oficiales de la OTAN, logró publicar en periódicos de Europa y América 40 versiones distintas de una serie de artículos a favor de la independencia de Cataluña, vendió las bondades del procés a representantes de la Cámara de los Comunes del reino Unido y elaboró cartas de Artur Mas dirigidas a todos los gobiernos de la Unión Europea.

En el ejercicio 2014, este lobby diseñó una página web en inglés (también pagada con dinero público) para defender la independencia de Cataluña y estableció contactos entre la Generalitat y altos funcionarios de los Gobiernos del Reino Unido, Bélgica, Rumanía, Hungría, Grecia, Estonia, Finlandia, Alemania y el gobierno autónomo de Escocia. En 2015, entre otras actividades, los expertos de ID se reunieron en el Vaticano con el encargado de los viajes del Papa y con un embajador ante la Santa Sede, para intentar organizar una visita del Pontífice a Cataluña.

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