Pablo Iglesias: «La caída del Muro de Berlín fue una mala noticia para todos»

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Pablo Iglesias, en una entrevista ofrecida en 2013

El mundo cambió para siempre en la madrugada del 10 de noviembre de 1989, con la caída del Muro de Berlín favorecida por el colapso económico y la desintegración de la URSS. Millones de ciudadanos que residían en la Europa del Este recuperaron la libertad tras sufrir la opresión del comunismo desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Se iniciaba así la reunificación de Alemania, cuyas familias habían permanecido separadas durante 35 años por 160 kilómetros de alambradas. Este acontecimiento histórico marcó el final de la Guerra Fría y el proceso de ampliación de la Unión Europea hacia el este, tal como la conocemos hoy. El recuerdo de los miles de ciudadanos que murieron asesinados intentando cruzar el Muro se ha convertido en un símbolo del fracaso del comunismo, basado en la privación de las libertades de sus ciudadanos.

Sin embargo, no lo ve así el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quien sostiene que «la caída del Muro fue una mala noticia para todos». Lo dijo en una entrevista ofrecida en 2013, en la que expuso su conocida teoría del miedo.

Según Iglesias, todas las conquistas sociales conseguidas en Europa durante las últimas décadas son fruto del miedo. Por eso considera que la caída del Muro, que supuso la recuperación de la libertad para millones de ciudadanos del Este, es «una mala noticia».

«El miedo debe cambiar de bando»

«El miedo es un efecto político de un poder enorme», afirma Iglesias, «si una empresa hace una oferta de empleo basura y no le queman el local es efecto del miedo. El miedo de la gente a que le desahucien, a perder el puesto de trabajo, a no poder pagar la escuela de sus hijos…»

«Para que las cosas cambien el miedo no puede desaparecer, el miedo es crucial, simplemente debe cambiar de bando», recalca el líder de Podemos.

A su juicio, «la clave para entender que existan Estados del bienestar [en Europa], que se reduzca la jornada laboral, se paguen las vacaciones de los trabajadores, que haya seguros de desempleo… es el miedo de los ricos: el miedo a la URSS, al movimiento obrero…»

Pablo Iglesias remata su razonamiento afirmando que «a pesar de las barbaridades que se hicieron en nombre del comunismo en la URSS, la caída del Muro fue una mala noticia para todos porque quitó el miedo a las clases políticas y económicas dominantes».

La «fábrica de amor» de Podemos

Es decir, era preciso que millones de familias sufrieran la opresión y la falta de libertades en los regímenes comunistas de la Europa del Este, para que los ciudadanos del resto de Europa pudieron disfrutar del Estado del bienestar que conocemos.

«Como dicen los Chicos del Maíz, la tarea ahora es que el miedo cambie de bando», concluye Iglesias. Se trata de una expresión que, en tono amenazador, ha utilizado con frecuencia desde la irrupción de Podemos en las elecciones europeas de 2014.

Sin embargo, cada vez que llega una campaña electoral, Podemos oculta su discurso del miedo y dulcifica su mensaje. En la reciente campaña del 26J, Podemos se ha presentado como «una fábrica de amor» edulcorando con sonrisas y corazones sus carteles electorales, en una estrategia diseñada por Íñigo Errejón.

No parece que esta operación de camuflaje haya dado sus frutos, ya que Unidos Podemos ha perdido 1,1 millones de votos respecto a los que consiguieron por separado Podemos e Izquierda Unida hace seis meses. Sólo tras conocer este decepcionante resultado, los líderes del partido recuperaron sus señas de identidad comunistas en la noche del 26J y se presentaron puño en alto ante sus simpatizantes en la fiesta celebrada en la Plaza del Museo Reina Sofía de Madrid.

El propio Juan Carlos Monedero ha reprochado ahora a Iglesias que ocultara sus señas de identidad comunistas durante la campaña electoral con mensajes «huecos», haciéndose pasar por «socialdemócrata».

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