Moncloa encarga al separatista Roures grabar una serie sobre los agentes del CNI asesinados en Irak
El empresario audiovisual Jaume Roures, dueño de la productora Mediapro, ha recibido el encargo por parte del Palacio de la Moncloa de hacer una serie sobre la tragedia en la que murieron asesinados ocho agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en Irak en otoño de 2003. La serie, que actualmente se está grabando en Almería, tendrá por nombre ‘La marca de Caín’.
En estos momentos, la serie de televisión sobre el CNI se está grabando en los alrededores del desierto de Tabernas de Almería de forma tremendamente discreta. La ciudad andaluza está siendo uno de los escenarios principales donde se están rodando algunos de los exteriores de la producción. La elección de esta ubicación se debe a la similitud geográfica con las ciudades iraquíes donde tuvieron lugar los hechos. Este periódico ha tenido conocimiento de que los derechos de producción de ‘La marca de Caín’ ya han sido comprados por parte de una conocida plataforma audiovisual española.
El motivo de la elaboración de esta serie de televisión tiene un objetivo triple. En primer lugar homenajear a los agentes tristemente asesinados en Irak. Por otro lado, poner en valor el trabajo de los 3.500 trabajadores de La Casa. Y, por último, dar a conocer en qué consiste su día a día como espías, según ha adelantado Escudodigital. Este hecho se enmarca dentro de las directrices que la directora del Centro, Paz Esteban, se comprometió a seguir cuando tomó posesión de su cargo, en enero de 2020: “Para que el CNI se proyecte bien hacia el futuro cada vez más exigente debemos hacer que la organización sea más y mejor. Más moderna, más flexible, más integrada, más innovadora en todos los terrenos”, dijo. Quienes conocen a Esteban la describen como una espía leal, disciplinada y discreta.
La denominación de ‘La marca de Caín’ proviene de un pasaje bíblico del Libro del Génesis. En resumen, Caín, hijo mayor de Adán y Eva, mató a su hermano Abel por envidia. Por estos hechos, Dios le condenó a una maldición eterna. «No lo podré soportar (…) Cualquiera que me encuentre me matará», dijo Caín. Dios le respondió: «No será así», y, seguidamente, le puso una marca en su piel como seña distintiva para que nadie acabara con su vida. Una alegoría cristiana que se podría interpretar como un deseo superior de que ninguno de los agentes del Centro volviera a morir nunca durante del desempeño de su servicio.
La realización de esta serie televisiva constituye el segundo gran acto público que el Centro hace este año con motivo de su 20 aniversario. El 6 de mayo de 2022 se cumplen dos décadas desde que se fundó el CNI, la institución que sucedió al CESID. El primero de estos actos fue un vídeo publicado por La Casa a comienzos del mes de marzo, en plena invasión de Ucrania, en el que reivindicaban la importancia de su trabajo. Para ello, recurrieron a una actriz que interpretó el papel de una agente que compaginaba su trabajo de espía con el de madre de familia. Un prototipo de agente secreto alejado de los papeles cinematográficos, pero próximo a lo que ocurre en la realidad.
“Nuestros héroes”
El asesinato de los héroes del CNI, como los llaman sus compañeros, tuvo lugar en Irak en otoño de 2003. El primer fallecimiento se produjo en Bagdad el 9 de octubre. Los siete agentes restantes sufrieron una emboscada en en la ciudad de Latifiya el 29 de noviembre de ese mismo año durante un viaje en coche a la Base de Diwaniya. Esta tragedia marcó un antes y un después dentro de los protocolos de seguridad de los agentes de La Casa y provocó multitud de cambios operativos.
En el acceso principal de la sede central de los servicios secretos españoles, ubicada en la carretera de La Coruña, hay un monumento dedicado a los ocho agentes asesinados: nueve llamas que honran su memoria. Ocho por los agentes fallecidos y una novena a todos los espías, como reza un distintivo metálico instalado a su vera: “Y a todos cuantos dieron su vida, en secreto, al servicio de España”. Dentro de uno de los edificios del complejo hay una sala de reuniones llamada ‘Héroes de Irak’ en su recuerdo. En una de las paredes de su interior está colgado un cuadro con la imagen en grupo de los ocho de los agentes de 2003, entre los que hubo un superviviente. A esa imagen se le añadió la silueta del agente asesinado un mes antes de la emboscada, por lo que son nueve personas.
Cada año, diversas instituciones públicas como el Ejército, la Policía Nacional o la Guardia Civil homenajean con diversos actos, placas o murales a los agentes del Centro fallecidos en 2003. El año pasado, los militares españoles desplegados en Irak inauguraron un recinto con el nombre de ‘Comandante Baró’ en recuerdo a Carlos Baró Ollero, uno de los agentes del CNI que fueron asesinados en la emboscada de Latifiya. En otro de los recuerdos, otro grupo de militares elaboraron un emotivo vídeo homenajeando a sus compañeros y recordando el sacrificio diario de todo el personal del CNI con varias placas. Una de ellas decía: «Los requirió el deber y lo acataron».