Las mentiras del libro del nº 2 de la ANC: «Franco prohibió bailar sardanas y hablar catalán»

ANC
El vicepresidente de la ANC, Agustí Alcoberro, junto a la portada de su libro de texto de Historia para 4º de ESO publicado por la Editorial Teide.

Miles de jóvenes catalanes –entre el 20% y el 25% de los alumnos de ESO y Bachillerato– aprenden Historia con el libro de texto de la Editorial Teide firmado por Agustí Alcoberro, actual vicepresidente de la ANC que ha sido el principal motor del golpe de Estado independentista de Carles Puigdemont.

El análisis realizado por el sindicato de profesores catalanes AMES pone en evidencia que los libros de texto de Alcoberro tergiversan la historia e inculcan a los alumnos todos los mitos del independentismo: presentan la imagen de una Cataluña moderna, pacífica y atractiva, contrapuesta a una España «pobre, atrasada y represiva», que oprime las libertades de los catalanes.

El libro de texto de Alcoberro para 4º de ESO asegura que la lengua catalana fue «duramente reprimida» durante el Franquismo: «Se prohibieron las sardanas, el himno y la bandera catalana, y la lengua catalana fue objeto de una represión extrema. Se prohibió que se enseñara en la escuela, que se utilizara en el teatro y en la edición de libros y periódicos, e incluso se prohibió hablar catalán en lugares públicos».

Algo que no sólo es una caricatura grotesca: es completamente falso, tal como recuerda el sindicato de profesores AMES en su informe. A partir de 1947, se comenzaron a crear numerosos galardones literarios en catalán, como el premio Joanot Martorell (hoy conocido como premio Sant Jordi de novela) o los premios Ciutat de Barcelona. El Reglamento Notarial de 1944 (sólo cinco años después de concluida la guerra) ya reconocía la posibilidad de redactar contratos y testamentos en catalán y otros «dialectos regionales».

Criminales de guerra en Cataluña

En 1945 se iniciaron las emisiones de radio en catalán y en la misma década se comenzaron a editar numerosas revistas en catalán (como Canigó, Tele-Estel o Serra d’Or). Ya en el curso 1952-1953, la Universidad Central de Madrid (UCM) tenía la cátedra Juan Boscán de lengua y literatura catalanas, cuya puesta en marcha fue aprobada expresamente por un Consejo de Ministros celebrado en el Palacio de Pedralbes. Es por tanto completamente falso que el régimen de Franco prohibiera hablar o enseñar en catalana.

En los años 60 ya se podía estudiar en catalán en numerosos centros de Primera y Secundaria. En 1964 TVE inició su programación regional en lengua catalana (ocho años después del inicio de las emisiones). El catalán no tenía carácter de lengua oficial, como tampoco lo tiene hoy en Francia, pese a que se habla con normalidad en el sur del país. Lo que el libro de Alcoberro califica como la «Catalunya Nord».

Retrocedemos varias décadas. El libro de texto del vicepresidente de la ANC reconoce que, tras el estallido de la Guerra Civil, miles de sacerdotes fueron asesinados en Cataluña, y «muchas iglesias y edificios religiosos fueron destruidos y saqueados».

Pero añade que «el govern de la Generalitat no pudo hacer nada para evitar esta situación de violencia, porque los anarquistas más radicales (FAI) y otros grupos de izquierdas consiguieron el poder en la calle». Lo cierto es que la propia Generalitat de Companys provocó esta situación al repartir 30.000 fusiles entre los anarquistas. Sin olvidar que el propio presidente Companys –venerado como un héroe por el independentismo– firmó cientos de sentencias de muerte durante la guerra.

El lamento de Azaña y Negrín

El libro de texto de Agustí Alcoberro también oculta a los alumnos la decepción e indignación de los principales líderes de la Segunda República ante la deslealtad mostrada durante la guerra por los nacionalistas catalanes y vascos, más interesados en crear su propio Estado que en luchar contra las tropas de Franco.

Manuel Azaña relató en sus diarios que el lehendakari «Aguirre no puede resistir que se hable de España. En Barcelona afectan no pronunciar siquiera su nombre. Yo no he sido nunca lo que llaman españolista ni patriotero. Pero ante estas cosas, me indigno. Y si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco. Con Franco ya nos las entenderíamos nosotros, o nuestros hijos. Pero esos hombre son inaguantables. Acabarán por dar la razón a Franco».

Por su parte, el ministro republicano de Gobernación Julián Zugazagoitia atribuye las siguientes frases al presidente socialista Juan Negrín en sus memorias de la guerra: «No estoy haciendo la guerra contra Franco para que nos retoñe en Barcelona un separatismo estúpido y pueblerino. Estoy haciendo la guerra por España y para España. No se puede consentir esta sorda y persistente campaña separatista y tiene que ser cortada de raíz».

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