La mano derecha de González en el Canal movió 3 millones de euros entre Suiza, Luxemburgo y España
La mano derecha de Ignacio González en la expansión del Canal de Isabel II en Latinoamérica, Edmundo Rodríguez Sobrino, movió 3 millones de euros entre Suiza, Luxemburgo y España durante los años 2006 y 2013 a través de diversas operaciones y productos bancarios.
Según un informe de Hacienda al que se refiere la Fiscalía Anticorrupción en el sumario del caso Lezo, el expresidente de la filial colombiana del Canal, Inassa, declaró en noviembre de 2012 «una cartera depositada en la entidad Credit Agricole de Suiza que ascendía a unos 402.000€ en el período 2007-2010, desconociendo el origen de dichos fondos. Asimismo en relación a los ejercicios 2012 y 2013 declaró que poseía dos cuentas en la misma entidad aperturadas en 2006 y cerradas en 2013, con un valor a fecha diciembre de 2012 de unos 1,5 millones de euros».
«Por otra parte», añade Anticorrupción en su informe, «declaró entradas de divisas por importe de unos 220.000€ en octubre de 2013 procedentes de Suiza siendo ingresadas en una cuenta de la entidad CA Indosuez Wealth (Europa). Asimismo declaró entradas desde Suiza por importe de unos 696.660,18€ con fecha diciembre de 2013 que se ingresó en la misma cuenta anterior».
«Este tipo de operaciones», sostiene el Ministerio Público, «evidencia la disponibilidad dinero en efectivo en Suiza por parte del investigado cuyo origen sería conveniente determinar a lo largo de la investigación».
Sin embargo, el flujo de grandes cantidades de dinero por parte de Rodríguez Sobrino no terminó aquí. Anticorrupción afirma que «existe otra operación declarada de entrada de divisas en diciembre de 2013 por importe de 160.652,63€ procedentes de Luxemburgo e ingresados en una determinada cuenta titulada por el investigado en el Credit Agricole Luxembourg España».
Estas tres últimas operaciones alcanzan una cifra de unos 1,08 millones de euros que sumados al 1,9 millones que Rodríguez Sobrino poseía en dos cuentas y en una cartera en Suiza suman un valor total de aproximadamente 3 millones de euros.
Por último, Anticorrupción también recuerda que Rodríguez Sobrino se acogió a la denominada «amnistía fiscal» en noviembre de 2012 en relación a la citada cartera depositada en la entidad Credit Agricole del país helvético con 402.000 euros.
Las «asesorías» de Rodríguez Sobrino
Los investigadores de Lezo también denuncian la irregular vinculación del propio Canal de Isabel II con Edmundo Rodríguez Sobrino a través de su despacho Rodríguez Sobrino Abogados y sus presuntas «asesorías fantasma».
De hecho, una cantidad total de 700.000 euros fueron a parar al citado bufete, mientras Rodríguez Sobrino era presidente de la filial colombiana del Canal de Isabel II, Inassa. El despacho de abogado emitió al menos 6 facturas de 20.430, 126.846, 180.669, 163.483, 166.272 y 41.232 euros respectivamente, entre 2004 y 2009.
Una parte de estos 700.000 euros los recibió en concepto de sueldo como presidente de la filial colombiana y otra en concepto de “asesoramientos jurídicos diversos”. Fuentes del caso afirman que la Comunidad de Madrid aún “sigue recabando más posibles facturas por estos supuestos asesoramientos que en numerosas ocasiones”, denuncian, “eran verbales y no existe documentación alguna”.
La compra de Emissao
La Fiscalía Anticorrupción en el sumario del caso Lezo destaca el papel de Edmundo Rodríguez Sobrino en la operación de compra de la sociedad brasileña Emissao, que se llevó a cabo a través de la empresa instrumental uruguaya Soluciones Andinas en noviembre de 2013 por un importe de «21,55 millones de euros con fondos públicos provenientes de la estructura del Canal de Isabel II».
«Como se ha explicado en esta operación», añade el informe, «participó como accionista minoritario de Soluciones Andinas la sociedad Yavango, vinculada al entorno societario del Grupo R e Igmasa y a Edmundo Rodríguez Sobrino. A este respecto, se informó que el pago de esta operación se habría realizado a través de cuentas bancarias suizas».
«Esta circunstancia, unida a la opacidad y falta de fiscalización de las sociedades del Canal de Isabel II en Sudamérica infieren que existen coincidencias que evidencian el riesgo de que parte de los fondos pudieran haber terminado en cuentas personales de Edmundo Rodríguez Sobrino en Suiza, canalizados a través de la estructura financiera internacional del Grupo R» concluye.