Los informes judiciales detallan que hubo 220 llamadas entre Trapero y el narco Carbajo
Las intervenciones telefónicas dictadas por el juez Joaquín Aguirre en el caso Macedonia detallan una profunda red de contactos entre el ahora mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, y el narcotraficante Manuel Gutiérrez Carbajo.
Una relaciones amplias y dilatadas en el tiempo que, además, no implicarían exclusivamente a Trapero, sino que sus principales mandos dentro del cuerpo de los Mossos estarían también dentro de la enorme red de contactos habituales del narco del puerto de Barcelona.
Los informes de los Mossos trasladados a instancias judiciales detallan un nutrido tráfico telefónico. En primer lugar figura el propio Trapero, en aquel momento responsable de la División de Investigación Criminal de los Mossos. El número total de llamadas detectadas procedentes del alto mando policial con destino a Gutiérrez Carbajo se eleva a 80. A su vez, el número de llamadas recibidas por Trapero procedentes del narco alcanza el nada despreciable número de 144 contactos telefónicos. En total, más de 220 llamadas entre el jefe de los Mossos y el narco, en poco más de un año.
En la lista de llamadas chequeadas dentro de este operativo figura también Antoni Salleres, subinspector jefe de la Unidad Anticorrupción de la Policía autonómica catalana. El número de llamadas que le realizó Gutiérrez Carbajo asciende a 81. Y el número de las realizadas por el mando policial al narcotraficante escala hasta las 61.
La Oficina Antifraude de la Generalitat
El tercer mosso de cargo relevante en la lista es Josep Montenys, inspector jefe de la División de Investigación Criminal de Gerona. En este caso, las llamadas se realizaron en un volumen de 11 procedentes del narcotraficante. Y de diez en sentido contrario, procedentes del policía y con destino al delincuente.
El intenso, habitual y reiterado intercambio de llamadas de altos cargos de los Mossos -en especial, de Trapero- es una de las claves de la alarma que despertaron estas interceptaciones, tanto en la propia división de Asuntos Internos de los Mossos, como en el juez.
A raíz de estas grabaciones, de hecho, esta división policial pudo constatar, en un informe firmado en mayo de 2010, que Trapero «habría mantenido una buena relación de colaboración e, incluso, llegando a ser una relación de amistad» con el narco Carbajo.
Se esfumó un alijo de cocaína
Como ha informado OKDIARIO, el caso Macedonia se inició en mayo de 2009, cuando la Guardia Civil detuvo en Barcelona a uno de los colaboradores de Carbajo, Juan Miguel Bono, en el momento en que se disponía a recoger del maletero de un coche un alijo formado, supuestamente, por 54 kilos de cocaína.
Pero cuando la Guardia Civil envió la droga al laboratorio para analizarla, comprobó que sólo uno de los paquetes contenía cocaína. El resto estaban llenos de yeso y azúcar. Según las sospechas del juez Aguirre, los narcos habían dado el cambiazo al saber, gracias a un chivatazo, que se iba a producir la operación policial.
Además de estar imputado en esta causa, el narcotraficante Manuel Gutiérrez Carbajo ha sido testigo en otro controvertido caso: el robo de un contenedor con más de 200 kilos de cocaína en el puerto de Barcelona.