El Gobierno desestimó la vinculación de Mohsen con el ISIS alegando que no era «de primer nivel»
La publicación en OKDIARIO de las vinculaciones yihadistas del refugiado más famoso, Osama Abdul Mohsen, ha provocado todo tipo de reacciones. Esa relación con el estado Islámico y otras facciones islamistas radicales como el Frente Al Nusra del sirio natural de Deir Ezzor que cayó pateado por la periodista húngara Petra Lazslo al cruzar la frontera entre Serbia y Hungría el pasado verano fue ocultada por el Gobierno cuando en el mes de septiembre Miguel Ángel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores (CENAFE) propuso darle trabajo en España y que pudiera acceder en nuestro país a la condición de refugiado.
El Ejecutivo alega que su informe está basado en sus «antecedentes personales», el «análisis de su perfil en Facebook» y «consideraciones obtenidas por fuentes humanas» en Siria. De todo ello, concluyeron los servicios del Ejecutivo que «no puede concluirse que Osama Abdul Mohsen sea un individuo con una ideología islamista radical o con simpatías pro-yihadíes».
El informe en cuestión se basaba en las fuentes humanas y en un repaso a las cuentas de Facebook vinculadas a Osama Abdul Mohsen, que eran tres. La suya personal, con el ID:100005458094105, otra de inicio parecía también personal, pero que en realidad había sido creada por un ciudadano chileno «a modo de fan page» a raíz de la aparición en los medios del incidente de Mohsen con Lazslo, con ID:789898964453846, y una tercera de un ciudadano con el mismo nombre pero de nacionalidad egipcia, con ID:100000363225261, y que nada tiene que ver con el refugiado.
Sí admitía el Gobierno en uno de los informes que elaboró sobre Mohsen que «individuos incluidos en su lista de contactos o que han expresado un ‘me gusta’ por su perfil sí lo son».
En todo caso, concluía la investigación encargada por la Seguridad del Estado que «la experiencia en el estudio de las redes sociales y, sobre todo, del uso que hacen de ellas los yihadistas» hace que las conclusiones deban tomarse «sobre el primer nivel de relaciones, es decir, sus amistades confirmadas y ‘likes’ emitidos personalmente», y que «debe prestarse atención al hecho de que Abdul Mohsen sea originario» de Deir Ezzor, «uno de los principales bastiones del DAESH en Siria» y que en esa ciudad «los que contravienen sus prohibiciones son severamente castigados» y que, «con el objeto de sobrevivir» los habitantes no tienen más remedio que mostrar «una nominal adhesión a la ideología y actividades del DAESH».