Villalonga: «El Rey siempre me pareció muy tonto, pero debe serlo menos de lo que creemos»
OKDIARIO ha tenido acceso a una cinta con abundantes confesiones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, ex pareja de Juan Carlos I. Las palabras de la princesa alemana fueron grabadas de manera subrepticia, sin que ella se percatara, en un encuentro secreto que mantuvo, en junio de 2015, en su domicilio londinense de Eaton Square con el ex comisario José Villarejo y Juan Villalonga. El domicilio de la princesa se halla cerca de la Embajada de España, en el privilegiado barrio de Belgravia.
En un tramo de la conversación, uno de los interlocutores, Villalonga, pone en cuestión que el hoy Rey emérito sea tan «tonto». Este es el literal de la grabación:
-V. «Escúchame una cosa -le dice a Corinna-. A mí siempre me pareció, hasta hace poco, muy tonto, hasta que un día estuve pensando y dije: ha toreado a Franco y ha toreado a todo el mundo, debe ser menos tonto de lo que creemos, porque es tonto para los criterios que nosotros utilizamos para medir la inteligencia, pero en lo que él se sabe mover es un fuera de serie, el cabrón.
En las mencionadas grabaciones hay revelaciones de gran calado. La principal, que Juan Carlos I posee una cuenta en el paraíso fiscal por antonomasia, Suiza, y de una parte de su patrimonio en el extranjero, ocultas bajo la identidad de su primo Álvaro de Orleans de Borbón y del abogado suizo Dante Canonica. Álvaro de Orleans se aprovecha de su residencia en Mónaco, considerado un paraíso fiscal, y Canonica posee un despacho de gestión de fondos y sociedades en Ginebra.
La princesa alemana cuenta también que los servicios secretos españoles la han convertido en un objetivo a batir por haber mantenido una relación sentimental con el anterior Rey de España y no le ve sentido a la visita que recibió en Londres del director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, con quien se entrevistó en una suite del hotel Connaught durante un sábado de junio de 2012 y que el general ha reconocido por razones de seguridad de Estado. «Amenazó mi vida y la de mis hijos y el Rey Juan Carlos lo sabía», llega a decir.