El CNI desarma a sus agentes del País Vasco porque «ETA ya no existe»

El CNI desarma a sus agentes del País Vasco porque «ETA ya no existe»
Sede del CNI en Madrid. (Foto: EFE)
Manuel Cerdán

La dirección del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha decidido retirar el arma reglamentaria a los agentes secretos destinados en País Vasco con el argumento de que “es innecesaria porque ETA ya no existe”. Los espías se han visto obligados a devolver sus pistolas al departamento de armamento de La Casa, como también se conoce al espionaje español, haciendo visible su profundo malestar porque quedan desarmados para enfrentarse a situaciones críticas.

La decisión del centro de inteligencia afecta a más de 100 agentes operativos desplegados por las provincias vascas y Navarra que también se encargan de recabar información sobre organizaciones criminales, el entorno del nacionalismo violento y la amenaza yihadista.

Los espías fueron avisados a finales de noviembre de que las pistolas de dotación personal serían retiradas a partir de la segunda quincena de diciembre como, finalmente, ocurrió. En el Servicio muy pocos entienden esta medida ya que los agentes dependen de sus armas para responder a una acción violenta o enfrentarse a una agresión en el supuesto de que sean detectados en una operación encubierta.

OKDIARIO no ha recibido respuesta del CNI tras solicitar su versión sobre la retirada de las armas. El Servicio Secreto no se pronuncia sobre este tipo de informaciones que consideran estrictamente confidenciales.

Un arma de fabricación checa

Los agentes en el País Vasco portaban, generalmente, una pistola semiautomática CZ 75 del calibre 9 mm que se fabrica en la República Checa desde 1975 por la firma CZUB, que está construida íntegramente en acero y con el cañón forjado. Es una de las pistolas más copiadas en el mundo y muy apreciada en el mercado por su relación calidad/precio y por su accesibilidad. Pesa 1,2 Kg, tiene un alcance de 50 metros y su cargador admite hasta 16 balas.

Una de las características más ventajosas de la CZ 75 es que se puede portar con el martillo armado y el seguro puesto, al ser éste manual, y con una bala en la recámara, siempre lista para ser usada con tan sólo quitar el seguro. En España además es utilizada por la Policía Municipal en diversas ciudades.

Hace años los agentes del antiguo CESID utilizaban el arma reglamentaria del Ministerio de Defensa, una Astra de fabricación española. Además, muchos funcionarios adquirieron a título personal, en una venta que promocionó el propio servicio secreto, el revolver Smith and Wesson de 78 pulgadas.

Lo sorprendente es que el CNI no tuvo autonomía para escoger el arma adecuada para sus agentes. La CZ 75, aunque ofrece numerosas ventajas y posee una gran versatilidad, le fue impuesta por el Ministerio de Defensa. Resultó que una fragata española que participaba en el embargo de armamento en la Guerra de los Balcanes decomisó una partida de la pistola checa y, posteriormente, fue destinada al servicio secreto, según desvelan a OKDIARIO fuentes internas del Centro.

Los agentes se quejan

Las quejas ante el director del CNI, el general Félix Sanz Roldán, se orientan principalmente por el peligro al que están ahora expuestos algunos de los agentes, los expertos en Inteligencia Humana -HUMINT, por el acrónimo en inglés- que se infiltran en redes criminales para captar colaboradores y confidentes.

El CNI ha contestado, extraoficialmente, a sus funcionarios que las pistolas han sido retiradas porque el departamento responsable de su control no incluyó en un formulario de armamento y material su necesidad para el servicio. A partir de ahí, la Dirección del Centro decidió su recogida al considerar que había desparecido el peligro etarra. Eso sí, los agentes de campo, los verdaderos afectados, nunca fueron consultados.

Cada marca del Norte, distribuidas en las tres provincias del País Vasco y en Navarra, también disponía de un subfusil HK 9 mm que se utilizaba para el traslado de documentos reservados a la Central de Madrid. Los humint se quejan de que algunos compañeros, que trabajan en pareja y, a veces en trío, vayan pertrechados con el subfusil HK de 9 mm mientras ellos, que actúan en solitario, estén desarmados.

Los agentes del espionaje español han tenido que soportar en el último trimestre de 2017 tres noticias ingratas: la retirada del complemento de peligrosidad, el cambio de destino y, por último, la retirada del arma reglamentaria. “Todo ello supone un duro golpe para la moral de un servidor del Estado sobre todo cuando nos damos cuenta que persisten agravios comparativos y nuestros jefes tomas las decisiones desde un despacho”, se quejaron ante OKDIARIO.

Uno de los afectados manifestó que le gustaría comentarle en primera persona al general Sanz Roldán las dificultades cada vez mayores con las que tienen que enfrentarse a los enemigos del Estado y de la sociedad.

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