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‘Caso Cuarteles’: así fabricaba las facturas la red corrupta que se lucró con los presupuestos de Sánchez

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Luis Miguel Montero

La declaración del pintor Salvador Gutiérrez Espinosa ante la Guardia Civil el 16 de mayo de 2019, un año después en el juzgado que comenzó a instruir el caso Cuarteles de presunta corrupción en la Benemérita, no deja lugar a dudas sobre el modus operandi utilizado para presentar facturas por trabajos no realizados en los cuarteles de la Guardia Civil. Gutiérrez declaró que no realizó «ningún trabajo de pintura en la comandancia de Ávila» y cuando fue preguntado por dos facturas concretas de 4.935 euros y 4.904 euros por trabajos realizados en los acuartelamientos de Sotillo de la Adrada y Las Navas del Marqués declaró que «tampoco reconozco la firma, ya que mis facturas son hechas a mano y el sello pudiera estar copiado de otras veces». Añade que ha realizado «trabajos para Ángel Ramón». Incluso ofreció y aportó tres facturas propias con su firma para que pudiesen compararla los peritos caligráficos de la Guardia Civil.

El pintor se refería a Ángel Ramón Tejera de León, alias Mon, conocido por ser uno de los constructores que aparecen también en el caso Mediador de corrupción del PSOE en Canarias. Según su declaración, este constructor le debía dinero de otras obras; pero no en cuarteles de Ávila, a las que se refieren las facturas, sino en otros de Alicante, Murcia y Andalucía por ejemplo.

El autónomo, natural de Alicante, explicó a la Guardia Civil y en el juzgado que lo que quería «era cobrar» y le daba igual el método, pero que Mon le dijo que como le debían dinero «y yo quería cobrar antes de fin de año ese era el método más rápido». Su abogado explica luego que sería una especie de «endoso de facturas».

Cuando el juez le pregunta si conocía al teniente coronel entonces al mando de la Comandancia de Ávila, único comandante de puesto imputado por esta causa, el pintor reconoció que «no, no, de nada». Preguntado si había tenido algún trato con él, su respuesta es clara y contundente: «No lo conozco. No he llegado a hablar con él. No he hablado con él nunca». Es más, es que, tal y como reconoce en su declaración, ni siquiera Gutiérrez había estado nunca en las dependencias de la Comandancia de Ávila ni en los cuarteles que supuestamente había pintado. «Del nombre me enteré esta mañana, del nombre del coronel no tenía ni idea», explicó al juez.

Firma no reconocida

Sí llegó a reconocer, sin embargo, que hay facturas emitidas por él, o al menos a su nombre. Pero Gutiérrez explicó que no las reconocía, ni emitidas por él. Y tampoco reconocía la firma: «La firma no es mía, no hecha por mí». La única razón que encontraría fue que facilitó «los datos a Ángel Ramón Tejera de León» y añadió que (Tejera de León) le dijo «que la forma más rápida de cobrar era simple», y él le replicó que le «daba igual», que le «mandara el dinero». El pintor también aseguró que había cobrado íntegramente el dinero adeudado, a excepción de la última obra que había realizado.

Salvador Gutiérrez conoció a Tejera de León cuando éste le contrató para pintar el cuartel de la Guardia Civil de Dolores, en Alicante. A partir de entonces comenzaron a trabajar juntos «de palabra»: «El tema fue que me llamó una vez para trabajar en un pueblo al lado del mío. A partir de ahí me dijo ‘¿quieres ir a tal sitio?’…». También el pintor aseguró que Mon tenía «muy buena relación» con un coronel en Madrid, «porque lo dijo él», añadió, aunque el autónomo no supo especificar a qué mando en concreto se refería.

El hombre añadió que, normalmente, los trabajos de pintura de paredes los realizaba en solitario, aunque en ocasiones requería la ayuda de un operario de la zona de Alicante, «por ejemplo, en Orihuela, donde el cuartel era más grande».

El sistema de trabajo era que «él (Mon) tenía unos albañiles que iban reparando cosas y yo detrás, haciendo la pintura (…) los medios materiales, la pintura y el corcho lo ponía él». Sobre los trabajos mal realizados o no hechos, Gutiérrez aseguró que «de momento no he recibido ninguna queja de donde yo he ido a trabajar. Nadie me ha dicho nada», concluyó. De momento, el pintor permanece investigado en el caso Cuarteles.

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