Bolaños dijo «no recuerdo» 20 veces y «desconozco» hasta en 10 ocasiones ante el juez Peinado
"No lo sé", "no lo recuerdo", "desconozco", "no me consta": el repertorio de evasivas del ministro de Justicia

El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, recurrió hasta en 20 ocasiones a la expresión «no recuerdo» y utilizó al menos 10 veces el verbo «desconozco» durante su declaración como testigo ante el juez Juan Carlos Peinado, quien investiga la contratación de Cristina Álvarez como asesora de Begoña Gómez para sus negocios privados. En lugar de colaborar con la Justicia y consultar previamente los datos que le podían preguntar, el ministro del ramo optó por hacerse el olvidadizo y obstruir la labor del instructor.
La comparecencia duró una hora y media en una sala dispuesta especialmente en el complejo de La Moncloa y estuvo marcada por las evasivas del ministro respecto a quién propuso el nombramiento de la asesora en julio de 2018 y, entre otros muchos asuntos, sobre sus funciones concretas.
El patrón de olvido generalizado comenzó desde el principio, cuando Bolaños, al ser preguntado si podía afirmar rotundamente que fue él quien propuso a Alfredo González como vicesecretario general, respondió con «titubeos»: «Piense que son siete años de ese tipo de nombramientos, el 2018. Al ser yo el secretario general, que yo propusiera como vicesecretario general al señor Alfredo González es lo lógico. Yo creo que fui yo quien le propuse. Sí».
Ante la insistencia del juez sobre su inseguridad, añadió: «Pero es que hace siete años, señoría, de estos nombramientos. Yo no recuerdo exactamente las conversaciones».
Sobre quién propuso el nombramiento de Cristina Álvarez como asesora de Begoña Gómez, el ministro adoptó una postura de desconocimiento absoluto: «No, no lo sé. Yo no participé en ese nombramiento. Y es que no participé en prácticamente ninguno de los nombramientos de eventuales que se hicieron en aquella época». Esta respuesta provocó la incredulidad de Peinado, quien le recordó a Bolaños su posición como secretario general de la Presidencia del Gobierno en aquel momento.
La opacidad sobre el origen de la propuesta llevó a la abogada de Vox a preguntar directamente si fue Pedro Sánchez quien instó la contratación. Bolaños se mostró entonces inusualmente tajante: «No me consta en absoluto lo que usted acaba de preguntar», una respuesta que contrastaba con sus constantes «no recuerdo» a preguntas menos comprometidas.
El ministro insistió en su falta de conocimiento sobre las funciones específicas de la asesora: «No sabía sus funciones. Yo nunca fui su jefe. Ella nunca fue mi subordinada y yo no sabía qué tareas hacía en el día a día». Cuando el juez le preguntó si la asesora se limitaba a llevar a cabo funciones relacionadas con la condición de Begoña de mujer del presidente del Gobierno o realizaba otras tareas, Bolaños evadió la pregunta: «No sé las funciones diarias que hacía la señora Álvarez».
Las evasivas continuaron cuando se le preguntó por el despacho de Álvarez. «No, no lo conozco», respondió inicialmente. Cuando la abogada insistió sobre dónde estaba ubicado, añadió: «Sé el edificio en el que estaba, pero no, yo no he estado en su despacho». Al ser preguntado por el número del despacho, volvió a escudarse: «No, no. Desconozco por completo el puesto y el número de despacho, claro».
El juez Peinado confrontó a Bolaños con la declaración previa del ex vicesecretario general Alfredo González, quien había admitido no conocer a Álvarez personalmente y desconocer también quién le ordenó proponer su nombramiento.
Tras ver el vídeo, el ministro respondió con ambigüedad: «Creo que se ajusta a la realidad lo que he escuchado». Esta respuesta provocó la contundente reprimenda del juez a Bolaños: «Una cosa son las creencias y otra cosa son los testimonios que tienen que prestar los testigos. Los testimonios que tienen que prestar los testigos son aquello que conozcan, no sus creencias».
Bolaños intentó justificarse: «Utilizo el término creer porque verdaderamente de lo que he escuchado, en mi opinión, corresponde con la realidad». El juez, visiblemente irritado, insistió: «No se trata de conocer su opinión, sino de conocer sus conocimientos». El ministro, acorralado, respondió entonces: «Todo lo que he escuchado es cierto al amparo del conocimiento que yo tengo de la situación aquella».
Otros «desconozco»
El supuesto desconocimiento de Bolaños se extendió también a aspectos básicos de la estructura administrativa. Cuando se le preguntó si existía un registro de visitas a Begoña Gómez, respondió: «Desconozco si existe ese registro. No lo sé».
Añadió después: «Yo sé que hay una garita de entrada en Moncloa donde el Departamento de Seguridad hace su trabajo, pero no sé exactamente si existe un registro que tenga que ver con las visitas que recibe la señora Gómez».
Cuando la letrada de la acusación intentó averiguar si Bolaños conocía las relaciones de Begoña Gómez con empresas patrocinadoras de su máster, el ministro respondió con la misma fórmula: «No lo sé» a cada compañía mencionada. Cuando se le preguntó directamente si un empresario y Begoña Gómez tuvieron relación para el desarrollo de algún proyecto, fue contundente: «No lo sé».
Tensión extrema
La tensión escaló cuando el juez Peinado preguntó directamente: «¿Quién es la persona responsable de doña Cristina Álvarez?». Bolaños respondió: «Desconozco quién era el responsable directo porque yo no estaba en la tarea que hacía la señora Álvarez, porque no era mi competencia. Estábamos montando en eso».
Esta respuesta llevó al límite la paciencia del magistrado, quien decidió paralizar temporalmente la sesión: «Vamos a hacer una cosa, vamos a suspender la declaración y como estamos en la sede donde se dispone de todos los archivos necesarios para constatar quién es la persona, le voy a pedir que salga de la sala».
Ante la pregunta sobre si había coincidido con Cristina Álvarez, Bolaños también mostró imprecisión: «Igual dos (veces). No lo sé, dos o tres. Algo así. Yo he tenido muy poca relación, muy poco contacto con la señora Álvarez».
Cuando el juez le preguntó si podría especificar en qué tipo de actos coincidieron, volvió a los términos dubitativos: «Eran… Recuerdo alguno que era un acto político de presentación de candidatura del presidente del Gobierno y creo recordar algún otro acto, de algún evento que se celebró. Pero sinceramente, es que han sido tan pocas veces las que yo coincido con la señora Álvarez, que tampoco tengo un recuerdo exacto de exactamente dónde fue».
Tras la suspensión temporal, Bolaños regresó a la sala de Peinado con la información solicitada, mostrando que su «desconocimiento» podía subsanarse con una simple consulta: «He hablado con el gabinete de la Presidencia del Gobierno y con la Secretaría General y me han dicho que efectivamente el puesto de la señora Álvarez pertenece al gabinete de la Presidencia del Gobierno y me han dicho que hay una persona que es el responsable de la coordinación del personal de Palacio: Raúl Díaz Silva».
La declaración de Bolaños ante Peinado confirmó que Begoña Gómez «ha mantenido su actividad profesional propia» siendo esposa del presidente. Cuando la letrada preguntó si otras esposas de presidentes habían desarrollado actividad profesional propia, Bolaños volvió a su fórmula habitual: «Pues lo desconozco».
La paradoja de este interrogatorio quedó plasmada en una imagen sorprendente: el ministro responsable del sistema judicial español, titular de la cartera de Justicia, reconociéndose perdido ante un procedimiento judicial básico.
Su sincero reconocimiento de «desde luego que no estoy habituado» a un interrogatorio judicial, resulta difícil de encajar en quien, además de ser el máximo responsable de la Justicia española, es abogado, asesor legal y letrado del Banco de España que ha ostentado cargos de alta responsabilidad en La Moncloa desde 2018. Sólo pudo «recordar» ciertos datos que no perjudicaban a Begoña Gómez.