«Bárbara quería una prueba de ADN para demostrar que su hija era fruto de la relación con el monarca»
«Bárbara Rey me preguntó cómo podía conseguir unos pelos del Rey para hacer una prueba de ADN. Quería demostrar que su hija Sofía era fruto de su relación con el monarca». El programa Sálvame Deluxe de Tele 5 ha emitido este viernes el testimonio de Danielle Sánchez, quien durante dos años recogió las confidencias de Bárbara Rey sobre su relación con Don Juan Carlos.
El programa ha contado con la presencia de la jefa de Nacional de OKDIARIO, Sandra Fernández, quien ha explicado las últimas informaciones publicadas por este diario, según las cuales el CESID grabó varios de los encuentros mantenidos por Bárbara Rey y Don Juan Carlos en el chalé de Aravaca propiedad de los servicios secretos españoles.
OKDIARIO ha publicado también la factura de las dos cámaras de vídeo que la actriz compró e instaló en su propio dormitorio, para grabar una de sus citas con el monarca. «Esto es sólo la punta del iceberg», ha señalado Sandra Fernández, quien ha considerado lamentable que «ningún partido político haya pedido explicaciones sobre este asunto. Hablamos de mucho dinero de los fondos reservados que pagamos todos de nuestro bolsillo».
Sandra Fernández ha explicado que las informaciones firmadas por el periodista de investigación Manuel Cerdán proceden de «fuentes del antiguo CESID –el actual CNI– que luego han sido contrastadas por la propia Bárbara Rey».
El aviso previo al 23F
El espacio también ha ofrecido declaraciones del director de OKDIARIO, Eduardo Inda, quien ha explicado que Bárbara Rey se reunió a principios de 1997 con el banquero Mario Conde y «puso precio» al material que había grabado de sus encuentros con el monarca. «Mario Conde lo rechazó, pero acto seguido llamó al Rey para informarle de todo».
Sálvame Deluxe ha emitido además el testimonio de Danielle Sánchez, que en aquel momento estaba casada con el periodista Santiago Arriazu, al que Bárbara Rey recurrió inicialmente para llegar a un acuerdo económico con la Casa Real a cambio de no difundir este material comprometedor. Tan sólo unos meses antes, el hijo de ambos, Carlos Hugo Arriazu, había sido detenido en Nueva York por pinchar una conversación telefónica entre el entonces Príncipe Felipe y la joven norteamericana Gigi Howard.
«Bárbara Rey me explicó que había mantenido una relación con el monarca durante 17 años», ha indicado Danielle Sánchez, «ella quería dinero y trabajo a cambio de su silencio. Pero decía que el rey era de la virgen del puño, más agarrado que un chotis, y nunca le regalaba nada. En cambio, ella le había regalado varias corbatas de Hermès».
«Durante dos años», ha añadido, «Bárbara venía a casa casi a diario, «un día decía que la habían intentado envenenar, otro que la seguían… Me contó que al lado de su casa vivía un matrimonio que la tenía controlada y grababa todas sus conversaciones. Decía que la víspera del 23F el rey le dijo que no saliera de casa, por su seguridad».
«Bárbara pedía 500 millones de pesetas»
Danielle Sánchez anotó diariamente todas estas confidencias: «En una ocasión, me preguntó cómo podía conseguir unos pelos del rey para hacer una prueba de ADN y demostrar que su hija Sofía era fruto de la relación con el monarca. Me comentó que había ido al Palacio de la Zarzuela y había mantenido una relación con el monarca, de la que había quedado embarazada. Pero puede que ella me lo contara sólo para darse importancia».
En un principio, el marido de Danielle Sánchez intentó recurrir al sacerdote vasco Francisco Garmendia, que había sido obispo del Bronx, como mediador ante la Casa del Rey. Pero finalmente intervino el CESID, después de que la actriz informara de todo al banquero Mario Conde, en aquel momento una persona muy próxima al monarca.
A partir de ese momento, siempre según su testimonio, Danielle y su marido recibieron en su domicilio varias visitas de dos agentes del CESID, que fueron los encargados de negociar el acuerdo con Bárbara Rey: «Ella pedía 500 millones de pesetas a cambio de su silencio: le prometieron un primer pago de 50 millones, y luego 5 millones de pesetas al mes a través de la agencia de mi marido, para que no se lo gastara todo de golpe».
Según Danielle Sánchez, «Bárbara envió a mi hijo a casa de sus padres, en Totana (Murcia), a recoger las cintas que había grabado. Las tenía escondidas debajo del sillón en el que se sentaba el abuelo. Bárbara decía que tenía cintas escondidas en todas partes, y por eso no podían tocarla».
«Billetes sucios, como de la droga»
Finalmente, siempre según su relato, los dos agentes del CESID acudieron a su vivienda a comprobar cómo se destruían las cintas y realizarle una primera entrega de dinero en metálico: «Habían traído un aparato para borrar las cintas, pero aquello era absurdo, porque Bárbara podía haber hecho más copias. Al final mi marido las sacó a quemar a la barbacoa, mientras aparecía un helicóptero sobre nuestras casa. Yo creía que me daba un infarto».
Los agentes del CESID se retiraron tras entregar a la actriz una bolsa de deporte. «Bárbara se la llevó al cuarto de estar y me llamó. Estaba llena de billetes mugrientos, sucios como si fuera dinero de la droga, y me pidió que le ayudara a contarlos. Yo me negué y me fui a lavar las manos. Había unos 50 millones de pesetas, de los cuales Bárbara entregó el 20% a mi marido» por sus gestiones. Se trataría de un primer pago en metálico, adicional a los ingresos de 160.000 euros en un banco de Luxemburgo que OKDIARIO a documentado.