Profesores de la Academia de Policía tras el enchufe del chófer de Bárcenas: “Encima es el alumno más torpe”

El chófer de Luis Bárcenas recibió además 48.000 € por rescatar papeles comprometedores de Arenas, Soraya y Cospedal

Entró en la Academia de Policía por enchufe, con 40 años y fue el penúltimo de su promoción

Chófer Bárcenas
Sergio Ríos

El pago del segundo soborno al chófer de Luis Bárcenas levantó las críticas de varios de los profesores de la Academia de Policía. “Encima es el alumno más torpe”, señalaron en su momento a los mandos. Él era Sergio Ríos Esgueva. Y debía entrar por enchufe en la escala básica de la Policía porque así se había pactado con él como moneda de pago por recuperar documentos sensibles de Javier Arenas, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. El pago del soborno tenía otra contrapartida: una partida de 48.000 euros que se le abonó con cargo a los fondos reservados y dividido en 24 mensualidades de 2.000 euros.

Así entró Sergio Ríos en la Academia. Lo hizo con 40 años y después de que se corriese la noticia de que tenía que entrar sí o sí. Y así cruzó la puerta de una Academia donde la edad media ronda los 25 años, dispuesto a obtener su plaza de policía por indicación superior.

Quedó el penúltimo. “Y lo raro es que no quedase el último. Porque era de lo más torpe que se ha visto, es impresentable que haya entrado en la Academia”, señalan dos profesores de Sergio Ríos.

«Allí todos sabíamos que venía por lo que venía»

Sea como fuere, acabó la formación con 42 años y salió a ocupar una plaza de policía. “Se nos argumentó que una vez iniciada la formación ya no se le podía parar, que cada policía que entra tiene que acabar la formación porque nos jugamos el presupuesto de los contribuyentes. Ni siquiera nos dijeron que no teníamos razón al quejarnos”, señala uno de los profesores.
Su posición delata el resultado y preparación: de 254 aspirantes, quedó el 253.

“Allí todos sabíamos que venía por lo que venía. Lo comentaba todo el mundo”. Y es Ríos Esgueva venía directamente de ser el chófer de Luis Bárcenas y previamente de ser el conductor de Francisco Granados.
Pero los avales de Ríos eran incuestionables: La orden venía desde el Ministerio del Interior y el que le entregaba las mensualidades de 2.000 euros procedentes de los fondos reservados era nada menos que el comisario José Villarejo.

Se trataba, por lo tanto, de un hombre metido en el engranaje más decisivo de un dispositivo policial pensado para -aprovechado la confianza ganada del que fuera tesorero del PP- retirar y eliminar documentos sensibles de altos cargos del Gobierno y del PP. Un aval demasiado fuerte como para que no lograra su plaza de policía.

Lo último en Investigación

Últimas noticias