El PSOE indultó a la Manada de ‘drag queens’ que violó a un chico de 18 años en Barcelona
El PSOE y Podemos se muestran indignados e intentan deslegitimar la labor de los jueces por la sentencia que condena a nueve años de cárcel a los integrantes de la Manada que abusaron sexualmente de una chica de 18 años en los Sanfermines.
No hubo tanta indignación cuando un presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y el PSC indultaron y sacaron de la cárcel a los miembros de otra Manada, formada por tres drag queens y una gogó, que violaron a un chico de 18 años en una discoteca de Montornés del Vallès (Barcelona).
En aquella ocasión, los cuatro acusados fueron condenados por la Audiencia Provincial de Barcelona a 12 años de cárcel, como autores de un delito de agresión sexual. En cumplimiento de la sentencia, los cuatro condenados ingresaron el 19 de noviembre de 2007 en los centros penitenciarios de Brians 2 y Quatre Camins.
Pero tan sólo cinco meses después, en abril de 2008, la Secretaría de Prisiones de la Generalitat les concedió el tercer grado, para que pudieran salir a diario de prisión alegando que habían mostrado «buen comportamiento» en la cárcel. En aquel momento, los Servicios Penitenciarios de la Generalitat dependían de la consellera socialista de Justicia Montserrat Tura, bajo la Presidencia del también socialista José Montilla.
Tan afortunados como el juez Estevill
El mismo PSOE que ahora se rasga las vestiduras porque «sólo» le han caído 9 años de cárcel a cinco violadores, ponía en libertad a otros cuatro violadores en Cataluña, tras cumplir únicamente los primeros cinco meses de sus 12 años de condena.
La Fiscalía recurrió esta decisión por considerar ilegal que se conceda el tercer grado a unos presos, sin haber cumplido siquiera la tercera parte de su condena. Sin embargo, el juez de vigilancia penitenciaria decidió mantener en prisión sólo a uno de los condenados, José María Parramón, y confirmó la concesión del tercer grado para los otros tres.
Sólo algunos delincuentes muy relevantes, como el ex juez Pascual Estevill o el narcotraficante José Mestre, han recibido un trato tan privilegiado de los Servicios Penitenciarios de la Generalitat.
Y entonces llegó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a enmendar esta decisión del juez. El Consejo de Ministros celebrado el 13 de marzo de 2009 acordó otorgar al único violador de la Manada de drag queens que seguía en prisión, José María Parramón, un indulto parcial por el que se reducía su condena de 12 a sólo cinco años de cárcel, «a condición de que no vuelva a cometer delito doloso».
El ruego de Bibiana Fernández
Rodríguez Zapatero se había mostrado sensible ante los ruegos de personajes populares como la actriz Bibiana Fernández y la presentadora de televisión Ana García Siñériz, quienes habían abogado públicamente por la puesta en libertad de los cuatro violadores. Nadie salió a la calle a protestar, cuando Zapatero otorgó esta medida de gracia.
Los hechos se habían producido en la madrugada del 21 de julio de 2001 en la discoteca Eibisi, de Montornès del Vallès (Barcelona). El joven de 18 años intentó flirtear con una gogó del establecimiento, Gemma A.B., pero entonces se acercó el novio de la chica y le espetó: «Lo que quieras hacer con ella lo tienes que hacer conmigo».
El chico optó entonces por apararse y dirigirse a otra zona de la discoteca, pero la gogó y los otros tres condenados (tres drag queens que habían sido contratados para ofrecer un espectáculo en el local) se pusieron de acuerdo para humillarle, según señala la sentencia dictada por la sección sexta de la Audiencia Provincial de Barcelona.
Un poco más tarde, la gogó volvió a acercarse a la víctima y le propuso que ambos tomaran una copa en un lugar más íntimo. Le condujo a uno de los camerinos, donde estaban esperándoles las tres drag queens que, sorprendiendo al joven, le inmovilizaron las manos con unas esposas y le llevaron a un cuarto de baño.
Le esposaron y le hicieron una felación
Una vez allí, le bajaron los pantalones, le sujetaron los pies y le realizaron una felación entre todos. Tras verse liberado, el joven agredió de un puñetazo a uno de los animadores del local, al confundirle con uno de los agresores, y se dirigió a un cuartel de la Guardia Civil para denunciar los hechos.
Durante el juicio, los cuatro acusados aseguraron que la víctima había dado su consentimiento a este juego sexual. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Barcelona (y luego el Tribunal Supremo, que confirmó la sentencia) rechazó esta tesis y condenó a los cuatro procesados a 12 años de cárcel y a indemnizar al joven con 12.000 euros.