El imán de Ripoll reclutó a terroristas del 11M y a un miembro de Al Qaeda que se inmoló en Irak
Todos los controles han fallado. El imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, al que los Mossos buscan como sospechoso de dirigir los atentados de Barcelona y Cambrils, convivió hace poco más de diez años en un piso de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) con los miembros de una célula yihadista que fue desarticulada por la Audiencia Nacional en 2006.
Uno de sus compañeros de piso, el argelino Belgacem Bellil, se inmoló el 12 de noviembre de 2003 en un atentado suicida en Irak: estrelló un camión cisterna con 3.500 kilos de exposivos contra la base italiana de Nasiriya (Irak). En el ataque murieron 19 italianos y nueve iraquíes.
También vivía en el mismo piso de Vilanova i la Geltrú, junto al actual imán de Ripoll que ahora se encuentra desaparecido, el responsable de la célula yihadista de reclutamiento, el marroquí Mohamed Mrabet Fhasi, que era el director de la mezquita de Al Furkan.
El terrorista Belgacem Bellil fue apodado el carnicero de Vilanova porque trabajó durante varios meses en la carnicería que regentaba Mohamed Mrabet Fhasi. Este último fue el responsable de reclutarlo para la guerrilla de Abu Musab al Zarqawi, musulmán salafista que se proclamó líder de Al-Qaeda en Irak.
Los atentados de Casablanca
De acuerdo con la investigación judicial, los nuevos miembros de la célula eran captados en la mezquita de Al Furkan y luego recibían adoctrinamiento en el piso de la calle Lepanto, donde vivía Abdelbaki Es Satty, el actual imán de Ripoll. Para ello seleccionaban a jóvenes con poco arraigo familiar y sin trabajo.
A este perfil podrían responder también los cinco jóvenes marroquíes abatidos por la policía en la madrugada del miércoles en Cambrils, que habrían sido adoctrinados por el imán de Ripoll, quien ahora se encuentra desaparecido.
En una operación conjunta desarrollada en enero de 2006, los jueces de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska y Fernando Andreu ordenador detener a ocho yihadistas de la célula de Vilanova y la Geltrú dirigida por Mohamed Mrabet.
Según ambos magistrados de la Audiencia Nacional, formaba parte del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), una facción salafista adscrita a Al Qaeda que organizó los atentados de Casablanca (Marruecos) en mayo de 2003. También el juez Del Olmo ha vinculado a este grupo con la organización de los atentados del 11-M en Madrid.
Adoctrinó a los ‘hermanos musulmanes’
En aquella operación policial, fueron detenidos todos los miembros de la célula yihadista dirigida por Mohamed Mrabet Fhasi que vivían en el piso de Vilanova i la Geltrú. Por tanto, también tuvo que ser detenido, o como mínimo investigado, el actual imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, quien todavía hoy debería permanecer bajo una estrecha vigilancia.
Y sin embargo, este imán ha seguido operando con total libertad y durante los dos últimos años ha sido el responsable de la mezquita de Ripoll. Ahora, lleva dos meses desaparecido y los Mossos sospechan que pudo dirigir el comando de jóvenes marroquíes de esta población que han perpetrado los atentados de Las Ramblas de Barcelona y Cambrils.
Durante la mañana de este sábado, los Mossos han registrado la casa del imán de Ripoll para recoger muestras de ADN. Sospechan que podría haber fallecido en la explosión registrada el miércoles en el chalé de Alcanar (Tarragona), donde los terroristas almacenaban más de un centenar de bombonas de gas y fabricaban explosivos para inmolarse en un gran atentado terrorista.
Hasta ahora, se ha difundido la identidad de cuatro parejas de hermanos marroquíes de entre 17 y 27 años, residentes en Ripoll, entre los que se encuentran los cinco yihadistas abatidos en Cambrils. Habrían sido los peones encargados de ejecutar los planes terroristas.
Pero los Mossos sospechan que quien adroctrinó y radicalizó a estos hermanos musulmanes y pudo dirigir los atentados es el imán de Ripoll, que debería haber permanecido bajo una estrecha vigilancia desde 2006, tras formar parte de la célula del carnicero de Vilanova.