La ONU denuncia que Julian Assange presenta síntomas de «tortura psicológica» y Reino Unido lo niega
El relator especial de la ONU para casos de tortura, Nils Melzer, ha denunciado tras visitar a Julian Assange que el fundador de Wikileaks sufre síntomas propios de la "tortura psicológica" a la que habría sido sometido durante estos últimos años y ha pedido que cese la "persecución colectiva" contra él, especialmente por parte de Estados Unidos.
Nils Melzer ha visitado a Julian Assange en la prisión de Londres donde cumple condena por haber incumplido en 2012 las condiciones de la libertad condicional para refugiarse en la Embajada de Ecuador. Aunque no está aislado, el experto ha expresado su preocupación por los límites a sus encuentros con abogados y la falta de acceso a documentos que serían clave para su defensa.
El entorno de Assange ha denunciado un empeoramiento de la salud del fundador de Wikileaks y la han atribuido a la reclusión durante casi siete años en la legación ecuatoriana y a las presiones infligidas. Acompañado por dos médicos, Melzer ha constatado que es «obvio» que el contexto «extremadamente hostil y arbitrario» contra Assange le ha terminado afectando.
«Además de los problemas físicos, Assange mostraba todos los síntomas típicos de una exposición prolongada a la tortura psicológica, entre ellos un estrés extremo, una ansiedad crónica y un intenso trauma psicológico». Las pruebas, ha añadido, son «abrumadoras y claras», según un comunicado difundido por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
«Assange ha estado expuesto de forma deliberada y durante varios años a varias formas de trato o castigos crueles, inhumanos y degradantes», ha denunciado Melzer, que ha acusado a todos los gobiernos implicados en este caso de no adoptar las medidas básicas para que se respeten «los Derechos Humanos más básicos y la dignidad» de Assange.
En este sentido, ha considerado que «al mantener una actitud de complacencia en el mejor de los casos, y de complicidad en el peor, estos gobiernos han creado una atmósfera de impunidad».
Extradición a EEUU
Assange fue condenado a 50 semanas de cárcel en Reino Unido por violar la libertad condicional, pero a medio plazo su futuro tiene dos posibles caminos. La Fiscalía sueca ha reabierto una investigación por presunta violación, mientras que en Estados Unidos se han formulado 17 cargos por la filtración de documentos secretos que podrían costarle una pena de «hasta 175 años en prisión».
«Mi preocupación más urgente es que, en Estados Unidos, Assange estaría expuesto a un riesgo real de que se violasen sus Derechos Humanos», ha advertido Melzer, «especialmente alarmado» por los cargos que anunció recientemente el Departamento de Justicia norteamericano y que podrían traducirse «incluso en pena de muerte» si se añaden más acusaciones contra él en el futuro.
El relator de la ONU ha recordado que Wikileaks publicó «pruebas de crímenes de guerra y torturas» cometidos por Estados Unidos y ha asegurado que la criminalización de la investigación periodística viola tanto la Constitución de Estados Unidos como las leyes relativas a Derechos Humanos.
Desde que comenzaron las publicaciones, en 2010, Assange «ha abido una campaña pública implacable y desatada de acoso, intimidación y difamación contra Assange, no solo por parte de Estados Unidos, sino también de Reino Unido, Suecia y, más recientemente, Ecuador». Melzer reclamó la semana pasada a estos cuatro países que se abstengan de sus presiones.
Respuesta británica
El ministro de Exteriores británico, Jeremy Hunt, ha tachado de «equivocadas» las conclusiones de este experto, al que ha recordado que «Assange eligió esconderse en la Embajada y siempre fue libre de salir y enfrentarse a la Justicia».
«El relator especial de la ONU debería permitir que los tribunales británicos hiciesen sus valoraciones sin injerencias o acusaciones incendiarias», ha reclamado Hunt, aspirante a suceder a Theresa May como primera ministra, en un mensaje de Twitter.