Mogherini vira la dirección de la UE y dice que Turquía sigue siendo candidata a la adehsión
Turquía «sigue siendo» un país candidato a la Unión Europea, dijo este martes la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, pese al llamado de países de la UE a suspender las negociaciones de adhesión en este país mediterráneo.
«Turquía es y sigue siendo claramente un país candidato», aseguró Mogherini, al término de una reunión con el canciller turco Mevlüt Çavusoglu, así como con el ministro turco de Asuntos Europeos, Ömer Çelik, y el comisario europeo de Negociaciones de Ampliación, Johannes Hahn.
La reunión llega en un momento de tensión entre algunos países europeos con Ankara desde las purgas lanzadas tras la intentona golpista de julio de 2016 y la posterior reforma constitucional para reforzar los poderes del jefe de Estado turco.
Alemania, molesta por la detención de defensores de derechos humanos en Estambul, anunció la semana pasada una «reorientación» de su política hacia Turquía, que podría incluir la posibilidad de revisar ayudas alemanas y europeas en materia de exportaciones e inversiones.
Johannes Hahn expresó las «muy profundas preocupaciones respecto a un gran número de periodistas y defensores de derechos humanos», al tiempo que calificó de «pilares fundamentales de una sociedad libre» la «libertad de expresión y de reunión».
La jefa de la diplomacia europea indicó, en este sentido, que principios como el Estado de derecho son «claves» para un país candidato a la UE, por lo que pidió «pasos concretos» en este ámbito, así como en libertad de información o protección de los defensores de derechos humanos.
Revisar las relaciones
Horas antes, Amnistía Internacional, cuyo presidente y directora en Turquía están detenidos, había urgido a la UE a revisar sus relaciones con Ankara, ya que la intentona golpista «se ha convertido en una excusa para encerrar a cualquiera que haga una pregunta».
«Nosotros no tenemos ningún problema con [Amnistía] o con otras oenegés», dijo en la rueda de prensa el canciller turco, quien confesó, no obstante, que había un problema «con una persona», en referencia al presidente de la oenegé en Turquía, Taner Kiliç.
Turquía considera que Kiliç, detenido en junio, está vinculado a las redes del predicador en el exilio Fehtullah Gülen, bestia negra de Ankara y a quien las autoridades turcas consideran como el autor intelectual de la intentona golpista.
Aunque algunos países del bloque, como Austria, exigen la paralización del proceso de ingreso de Turquía, la mayoría temen el impacto de romper la negociación con un socio clave para la seguridad y para hacer frente a la crisis migratoria en la UE tras el pacto alcanzado en marzo de 2016.
El ministro turco de Asuntos Europeos pidió acelerar la apertura de capítulos en las negociaciones de adhesión, en virtud del acuerdo de marzo de 2016, por el que Ankara se comprometía a acoger a los migrantes sirios llegados a Grecia desde entonces a cambio de ayuda financiera y la exención de visados.
Mogherini consideró, no obstante, «difícil» abrir nuevos capítulos, mientras que el comisario europeo de Negociaciones de Ampliación recordó que los países del bloque decidieron no abrir nuevos por las preocupaciones levantadas por la respuesta de Ankara al intento de golpe de Estado.
Las purgas lanzadas en Turquía, contra presuntos partidarios de Gülen, se han saldado en un año con 50.000 personas detenidas y 100.000 destituidas en oleadas sucesivas.