Libia profundiza su guerra civil con la nueva ofensiva del mariscal Hafter

Libia profundiza su guerra civil con la nueva ofensiva del mariscal Hafter

El escenario incierto que se dibuja en Libia marcado por una guerra civil que divide al país desde el 2011 ha entrado en una nueva fase tras la ofensiva del lunes de las tropas del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte de Libia, en la estratégica ciudad costera de Sirte, y el desembarco de tropas de Turquía en el conflicto tras el anuncio de intervención por parte del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, la semana pasada. Los recientes eventos hacen que urja la conferencia internacional sobre Libia que se celebrará próximamente en Berlín.

El recrudecimiento de la guerra subsidiaria que allí se libra ahonda la división libia que vive en primera líneas el conflicto bélico entre el Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), liderado por Fayez el Sarraj y apoyado por la ONU en Trípoli, y las milicias del general rebelde Hafter, que lidera el gobierno no reconocido en la ciudad oriental de Tobrouk y el Parlamento electo, en primera línea.  El repunte de los combates tanto en la capital como en las ciudades estado de Misrata y Sirte ha dejado cerca de un centenar de personas muertas en las últimas horas.

El mariscal controla la mayor parte del territorio y los recursos energéticos en el este del país y desde el lunes el autollamado Ejército Nacional Libio (LNA) tiene bajo su control la ciudad costera de Sirte, una ciudad-estado situada en la costa a unos 400 kilómetros al oeste de la capital, una parte esencial de su puerto y el aeropuerto internacional de Al Gordabiya. «El comandante en jefe decidió un ataque preventivo bien planificado y en menos de tres horas estábamos en el corazón de Sirte. Fue una operación repentina y rápida», destacó el vocero del LNA Ahmed al-Mismari.

Poco después milicias de la coalición «Volcán de la Ira» lanzaron una fuerte ofensiva para tratar de recuperar posiciones perdidas, ya que Sirte es clave para la seguridad de Misrata. La coalición que forman la ciudad de Misrata y el gobierno sostenido por la ONU en Trípoli ha sufrido un duro golpe militar pese a que, por ahora, el GNA no ha confirmado ni desmentido la pérdida de dichos enclaves en el norte del país. A pesar de ello, las fuerzas del Ejecutivo reconocido por la ONU lanzaron una contraofensiva para recuperar posiciones.

Con los recientes eventos de las últimas semanas la guerra subsidiaria que configura el conflicto en Libia (‘proxy war’, por su término en inglés) se hace más relevante aún. El gobierno apoyado por la ONU en Trípoli y su aliado de la ciudad-estado de Misrata cuenta con el apoyo de Catar y de forma discreta Estados Unidos, además de la Unión Europea (menos París) y la de Turquía. Mientras que Hafter, tiene el respaldo económico, militar y político de Arabia Saudí, Francia, Rusia, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, este último ha desplegado parte de su fuerza aérea en país norteafricano, en especial de drones que apoyan los bombardeos de Hafter. Además, según aseguraron a Efe Fuentes de Seguridad del gobierno en Trípoli, las unidades de Hafter combaten allí apoyadas por milicias procedentes tanto de Sudan como Chad.

La divisoria bélica amenaza con anclarse en el país tras casi un año del repunte de enfrentamientos entre ambas partes que profundizan la guerra civil abierta en el país. La situación podría volverse más agria tras el despliegue en Libia de las tropas enviadas por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al que se oponen la mayoría de los países árabes, y que refleja la dimensión multinacional que ha cobrado el conflicto en Libia. Desde el recrudecimiento del conflicto desde el pasado 4 de abril, cuando el mariscal Hafter lanzó una ofensiva para conquistar la capital, bajo control del Gobierno sostenido por la ONU en Trípoli, el GNA, a diario se reproducen los enfrentamientos en torno al antiguo aeropuerto de Trípoli, en desuso desde 2014 pero clave para la conquista de la ciudad de la capital de Libia.

La presencia turca no supone una novedad: además de los aviones no pilotados desplegados en una base de la ciudad-estado de Misrata, agentes de los servicios de Inteligencia de Ankara asesoran desde hace meses a la operación «Volcán de la Ira» y unidades de elite encubiertas apoyan a las milicias sobre el terreno, según escribe Mohamad abdel Kader en Efe. Aún así, se mantienen muchas incógnitas sobre el volumen del despliegue previsto, su posible intervención en combate y el eventual empleo de mercenarios sirios. El objetivo de Erdogan es «asegurar un alto el fuego en Libia y recuperar un proceso político».

El presidente del Gobierno apoyado por la ONU en Libia, Fayez el Sarraj, y el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, viajaron el martes a Argel para analizar la situación regional y el conflicto en Libia con el nuevo mandatario argelino, Abdelmejd Tebboun, y el Ejecutivo del también nuevo primer ministro, Abdelaziz Djerad, informaron fuentes oficiales. De esta manera coge fuerza el papel de Argelia ya que la reunión con El Serraj es el primer acto de política internacional en el que participa el nuevo presidente argelino desde fuera elegido el pasado 12 de diciembre.

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