Estas son las tácticas de guerra que Rusia usó en Siria y que está replicando en Ucrania
La invasión que Rusia está haciendo en Ucrania está dejando imágenes que nos recuerdan a otros ataques del país dirigido por Vladimir Putin. Uno de los ejemplos lo encontramos en Siria, cuando el Kremlin decidió entrar en la guerra civil del lado del régimen de Bashar al Asad en 2015.
Bombardeos en barrios residenciales, corredores humanitarios que no se respetan, asaltos contra ciudades claves… estas son algunas de las tácticas de guerra que Rusia practicó durante años en Siria y que ahora estamos viendo reflejadas desde que el 24 de febrero empezara la invasión de Ucrania.
Las tácticas son similares: entrar en el país y bombardear ciudades estratégicas, pero hay una diferencia muy clara: Siria y Ucrania no son países comparables. Ucrania es tres veces más grande que Siria y tiene 2,5 veces más de población. En concreto, Ucrania tiene una extensión de 603.500 kilómetros cuadrados y 44 millones de habitantes, Siria 185.180 kilómetros cuadrados y 17,5 millones de habitantes.
La diferencia es abismal, por lo que lo ocurrido en Siria podría suponer una pequeña muestra de lo que podría hacer Rusia en Ucrania. Y hay otra diferencia clave: el poder, armamento, apoyo y valentía que tiene el Ejército ucraniano no es comparable a lo que tenían las fuerzas de la oposición siria.
Dejando claras las diferencias, las tácticas de Moscú en Damasco pueden hacernos una idea de lo que es capaz Rusia y de cómo actúa en guerra. Precisamente fue en Siria donde Putin probó la mayoría de su arsenal militar, un arsenal militar que ahora vuelve a usar contra los ucranianos.
1. Asaltar grandes ciudades
El primer objetivo de las fuerzas rusas es asaltar y conquistar grandes ciudades. En la invasión en Ucrania lo estamos viendo en Mariúpol, el asedio a Kiev, Jersón o Sumy. En Siria su primer objetivo fue hacerse con grandes ciudades como Alepo, la segunda ciudad más grande del país.
2. Aterrorizar a los civiles
Otra de las estrategias de Rusia es sembrar el terror en la población provocando una crisis de refugiados. En Ucrania se estima que 2,5 millones de personas ya han abandonado su país, el éxodo más rápido en Europa desde el fin de la II Guerra Mundial. Bombardean hospitales, escuelas, edificios públicos e infraestructuras vitales para las ciudades como las de energía o agua que hacen la vida imposible a los civiles provocando su huída. En Siria Putin bombardeó al menos 270 instalaciones médicas, según Syrian Archives. El objetivo: que la población no esté y poder avanzar militarmente.
3. Corredores humanitarios
Los polémicos corredores humanitarios que Rusia está abriendo, e incumpliendo, en Ucrania también fueron abiertos en Siria. Los corredores humanitarios son rutas pactadas entre todas las partes implicadas en el conflicto para asegurar que los civiles puedan abandonar las ciudades de una manera segura. Supone un cese temporal de la violencia, un alto el fuego, pero Putin los incumplió en Siria y ahora también en Ucrania. Rusia ayudó a organizar corredores humanitarios en las zonas bajo control rebelde asediadas por las fuerzas de Bashar al Assad. Ahora, intenta hacer lo mismo con los ucranianos: organiza las rutas en las ciudades donde tiene más poder. En ambos casos incumplió el acuerdo, bombardeó y causó muertos y heridos.
4. Ataques aéreos
Uno de los puntos fuertes del Ejército ruso es su poderío aéreo. En Siria se apoyó en ataques aéreos para conquistar ciudades, una estrategia que también está replicando en Ucrania. Es precisamente por esto que una de las máximas exigencias del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a la OTAN es que cree una zona de exclusión aérea. Esto supondría que se prohibiría el acceso a cualquier aeronave y para hacer cumplir la medida sería necesario el uso de medios militares, como sistemas de vigilancia, defensas antiaéreas y aviones que neutralicen a quien ingrese indebidamente en el área restringida.