Las conversaciones libias llegan a un acuerdo de 12 puntos para el alto el fuego duradero

Los artículos acordados incluyen la protección de las instalaciones petroleras y el intercambio de detenidos entre las partes

Libia
Mariscal Jalifa Haftar. Foto. EFE

En el marco de las conversaciones de paz entre las partes beligerantes libias que se están desarrollando en territorio libio, el Comité Militar Conjunto 5+5 ha alcanzado un acuerdo de doce puntos sobre la implementación de un alto el fuego permanente en Libia entre el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), liderado por Fayez Sarraj y el Ejército de Liberación Nacional (LNA), encabezado por el mariscal Jalifa Haftar.

Las reuniones del comité militar en la ciudad de Ghadamés, en el suroeste, terminaron y «acordaron pasos concretos para implementar el acuerdo de alto el fuego permanente», según un comunicado de la misión de la ONU de Apoyo a Libia (UNSMIL).

Esta semana, Naciones Unidas hizo oficial el regreso de las conversaciones libias a territorio nacional, en la ciudad de Ghadamés. Una villa ubicada a unos 465 kilómetros al suroeste de Trípoli, lejos de las bases de poder de ambas partes.

Dentro de estas negociaciones, se creó un subcomité militar para supervisar “el regreso de las fuerzas militares a su cuartel general y la retirada de elementos extranjeros de las líneas de contacto militares”.

Además, el comité 5+5 ha acordado reunirse en Sirte, ciudad que ha sido escenario de importantes enfrentamientos entre las partes y que posee grandes yacimientos petroleros, lo antes posible a finales de este mes.

Los artículos acordados incluyen la protección de las instalaciones petroleras, el intercambio de detenidos entre las partes -aunque no se dio más detalles sobre un intercambio de prisioneros-, y la creación de equipos técnicos para la remoción de minas, arreglos en los aeropuertos y la lucha contra el discurso de odio.

En un comunicado, la UNSMIL instó al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar rápidamente una resolución vinculante sobre la implementación de las disposiciones del acuerdo de alto el fuego firmado el 23 de octubre en Ginebra.

En la reunión de este lunes estuvieron presentes representantes del Comité Militar Conjunto 5+5 y la representante especial interina de la ONU para Libia, Stephanie Williams. «Esta ronda de conversaciones se produce tras la firma de un acuerdo de alto el fuego por ambas delegaciones el 23 de octubre en Ginebra. Los participantes iniciarán debates sobre la aplicación del acuerdo de alto el fuego, incluyendo el establecimiento de subcomités y un mecanismo de seguimiento y verificación», explicó el domingo la misión de la ONU para Libia (UNSMIL) en un comunicado.

«El objetivo es consolidar el alto el fuego y avanzar en la creación de distintos comités que permitan acelerar los acuerdos» de cara a la reunión más amplia que se prevé celebrar el próximo 9 de noviembre en Túnez, según fuentes de la ONU consultadas por la agencia de noticias EFE.

«La idea es conseguir estabilizar el país para relanzar un proceso político que permita celebrar elecciones y formar un nuevo Gobierno de unidad», precisó a Efe, por su parte, un diplomático árabe que participa en el actual esfuerzo de paz.

Papel de Qatar y Turquía

Las visitas de funcionarios libios del Gobierno de Acuerdo Nacional y destacados líderes de los Hermanos Musulmanes en Libia a Doha volvieron a poner de relieve el papel de Qatar en Libia, en medio de serias preocupaciones sobre los motivos de estas visitas en un momento en que se aceleraba el ritmo de los diálogos políticos y militares entre las partes libias en busca de un acuerdo político.

Estas visitas revelaron la debilidad y la pereza de la contrainteligencia para monitorear los movimientos de Qatar y frustrar sus planes que apuntan a penetrar profundamente en la realidad libia para eludir la vía política.

En una entrevista con la Agencia de Noticias de Qatar (QNA) con motivo de su visita a Doha, el jefe del Alto Consejo de Estado de Libia, Khalid al-Mishri dijo que Qatar es un aliado estratégico de su país y ha jugado un gran papel en todos los niveles regionales e internacionales para detener los combates en Libia y apoyar la autoridad legítima reconocida internacionalmente.

«Qatar y Turquía fueron los únicos países que apoyaron a Libia en su crisis, especialmente cuando las fuerzas de Haftar estaban en las afueras de Trípoli», dijo, destacando la importancia de la comunicación continua entre los colaboradores. Al-Mishri indicó que su visita a Qatar fue precedida por visitas de los ministros de Relaciones Exteriores e Interior de Libia, y que el ministro de Defensa libio visitará Doha la próxima semana.

Hace unos días ambos países firmaron un memorando de entendimiento que tiene como objetivo reforzar la cooperación contra el terrorismo y el crimen organizado, según los medios qatarís.

Desde que un levantamiento respaldado por la OTAN derrotara al líder libio Muamar El Gadafi, Libia ha sido un país sacudido por la violencia. Desde entonces, el país ha estado dominado por grupos armados, dividido por conflictos locales entre dos bandos: el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) de Trípoli, gestionado por la ONU y apoyado por Turquía, encabezado por el primer ministro Sarraj, y una administración rival en el este de la nación afiliada a Haftar, respaldada por Egipto, Rusia y Emiratos Árabes Unidos.

Ankara se implicó a fondo en la guerra civil de Libia desde el pacto firmado a finales de 2019 con el Ejecutivo de Sarraj por el que se aseguraba el soporte militar turco y por el que se repartían zonas económicas en el Mediterráneo de cara a la explotación de reservas de hidrocarburos.

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