El conflicto en Libia se puede estar acercando a su fin

libia alto el fuego
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Libia trata de seguir dando pasos cortos, pero firmes, hacia la resolución del conflicto en el que está sumido el país desde la caída del régimen de Muamar Gadafi hace casi una década. La localidad egipcia de Hurgada ha sido la encargada de acoger la segunda sesión de reuniones de la Comisión Constitucional libia, tres meses después de la primera, que será la encargada de redactar una nueva Carta Magna para el país.

Dada la intrincada situación en la que se encuentra el país norteafricano, el esfuerzo internacional que se ha puesto en la mediación y en el desarrollo de foros de todo tipo para tratar de dar pasos hacia una solución que ponga fin al conflicto ha sido enorme. Países como Marruecos, Túnez o Egipto, han acogido en diferentes etapas de los últimos meses encuentros a distintos niveles, principalmente al nivel militar y político. Y es que, en Libia, la maraña de intereses, dinámicas y movimientos está dificultando mucho el desarrollo de las conversaciones. Además, claro, de las injerencias de terceros países como Turquía o Rusia en ellas.

Durante la reunión se han producido varios acuerdos. El más importante, el de llevar a cabo un referéndum que avale la nueva Constitución que desarrollarán para el país, y han insistido en que sea celebrado este mismo año. Para decidir una fecha fija, los dos partes se han dado cita de nuevo en la ciudad egipcia del próximo 9 al 11 de febrero. Otro de los puntos acordados han sido los pasos a seguir una vez sea redactada la nueva Constitución. Por parte del LNA, será presentada con la Cámara de Representantes de Libia, con sede en Tobruk, al este del país. Por su lado, el GNA hará lo propio con el Consejo Superior del Estado, ubicado en Trípoli, la capital del país. Cada una de las delegaciones que ha asistido a esta sesión de reuniones, ha estado formada por diez miembros, que serán los encargados de dar la base legal del futuro que se trata de construir para el país.

Desde Naciones Unidas, que está siguiendo muy de cerca todas estas sesiones, siendo una de las principales organizaciones mediadoras, se ha señalado la importancia del acuerdo constitucional que se trata de fraguar. Según la enviada especial para Libia, Stephanie Williams, que intervino por videoconferencia en la sesión de Hurgada, esta es la base sobre la que se asienta todo lo demás. «Si esto no sale adelante, otros temas como la seguridad o la economía se verán muy afectados», apunta la representante de Naciones Unidas.

Sin embargo, la Comisión Constitucional libia, no es el único foro en el que se están adoptando medidas importantes. El Foro de Diálogo Político Libio (LPDF) y el Comité Militar libio 5+5, también han dado pasos de forma paralela en la misma dirección. El último, por ejemplo, posibilitó el establecimiento de un alto el fuego que ha sido en gran parte cumplido por ambas partes, no sin dificultades. También trata de impulsar la salida de los mercenarios presentes en Libia en ambos bandos, algo a lo que Rusia y Turquía, principales valedores de cada una de las partes, han puesto más reticencias. El Comité Militar libio 5+5 también busca la apertura de la autopista de la costa libia, que conecta las dos regiones enfrentadas y que impulsaría la reconstrucción, el movimiento de personas y bienes y el comercio.

El Foro de Diálogo Político Libio, es el que se está encargando de establecer el Ejecutivo provisional hasta que las elecciones, previstas para diciembre de este año, puedan desarrollarse de forma segura en el país. Este LPDF, también ha presentado avances esta semana, tras haber votado a favor del mecanismo de selección de ese nuevo Gobierno provisional con una amplia mayoría. De los 75 miembros que tiene este foro, el 73% han votado a favor del mecanismo, 10 puntos más de los planteados como cota mínima para dar por válida la votación.

Este paso no ha sido sencillo, y a la vista de los resultados, tampoco unánime. Desde finales del año pasado se han ido sucediendo los encuentros para avanzar en esta dirección, sin embargo, los miembros del LPDF, que fueron elegidos por la UNSMIL, la misión de Naciones Unidas en Libia, no conseguían ponerse de acuerdo. Finalmente, un pequeño grupo representativo de los 75 integrantes tuvo el encargo de desarrollar una propuesta durante la semana pasada en Ginebra. Esa propuesta ha sido la que se ha sido votada estos días, obteniendo un resultado favorable.

El anuncio recibió una gran acogida en el seno de Naciones Unidas. Su secretario general, António Guterres, manifestó su respaldo a los procesos de diálogo y la necesidad de dotar a la UNSMIL de un mandato claro pero flexible, que sea capaz de adaptarse a la situación que vive el país. También ha instado a todos esos países que tratar de interferir en el desarrollo de estas negociaciones que se abstengan de realizar estas injerencias, pues va en detrimento de una sociedad que lleva sumida en la inestabilidad y la violencia una década. De la misma forma, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, ha aplaudido el acuerdo y ha dado la bienvenida a los acontecimientos recientes.

¿Qué pasa con Sarraj?

El líder libio al frente del GNA, Fayez Sarraj, aun estando apoyado por gran parte de la comunidad internacional, se encuentra en una situación límite. El mandatario libio trató de dimitir el pasado verano, pero la situación que vive el país y la presión internacional le obligaron a quedarse.

No obstante, su posición ha sido también muy contestada, pues la necesidad de apoyarse en milicias, muchas de ellas de carácter islamista, ha preocupado enormemente en muchas capitales. Estas también han visto con recelo muchos de los movimientos que ha realizado Sarraj, entre otras cosas, los acuerdos con Turquía. De hecho, pese a los avances que se están anunciando, Sarraj ha anunciado la creación de un nuevo grupo de seguridad en la capital libia, que será controlado por los líderes de algunas de esas milicias en las que se apoya para mantener el control territorial con el apoyo de los mercenarios que envía Turquía.

Esta decisión ha sido duramente criticada por Stephanie Williams, que ha alertado de que cualquier intento por torpedear el desarrollo de las negociaciones tendrá consecuencias. Además, ha recordado que cualquier acuerdo político, debe pasar por el LPDF. Este grupo, denominado Fuerza de Defensa de Trípoli, ha manifestado ya su oposición al mecanismo aprobado por el Foro de Diálogo Político Libio, pues, según dicen, Naciones Unidas ha tratado de influir en los votos para su adopción.

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