La caótica salida de Afganistán permite el rearme de los talibanes con los arsenales abandonados

Veinte años de ocupación militar que se han resuelto en cuestión de días ha dejado en Afganistán un sinfín de recursos militares que ahora están ya en poder de los talibanes. Y no solamente se trata del armamento, equipamiento, vehículos y aeronaves que Estados Unidos y sus aliados, entre los que está España, han dado al ejército afgano durante estos años en previsión de un posible regreso del régimen talibán. La salida apresurada del país ha provocado que tanto los ejércitos nacionales como las contratas privadas de seguridad hayan tenido que dejar tras de sí equipamiento militar de última generación que ya está en manos del régimen talibán.

Fuentes especializadas en Inteligencia Militar explican a OKDIARIO que el repliegue o la retirada de una fuerza militar en un país extranjero es tan importante como el despliegue en la zona de conflicto. Básicamente se trata de desmontar un dispositivo que ha mantenido a miles de soldados y personal de seguridad privado en todos los sentidos: manutención, alojamiento y, por supuesto, armamento y traslados. Cuando se decide llevar a cabo un repliegue como el anunciado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se hace con tiempo precisamente para desmontar los dispositivos propios de las fuerzas militares de cada país y dejar en el terreno lo imprescindible para que los locales puedan mantener el orden, una vez normalizada la situación.

Pues nada de eso es lo que ha sucedido en Afganistán en los últimos días. De ello dan fe los vídeos a los que ha tenido acceso OKDIARIO. Uno de ellos fue grabado en Herat, prácticamente al inicio de la actual crisis. Los talibanes iban ganando terreno en su camino hacia Kabul y el temor que provocan entre la población y los propios militares afganos hizo que no encontraran resistencia en las poblaciones que fueron recuperando para su emirato. Por ese motivo los talibanes se encontraron en Herat con miles de armas de guerra, cientos de ellas dentro de un contenedor prácticamente intactas, en perfecto funcionamiento y con grandes cantidades de munición.

Los expertos consultados por este diario aseguran que los talibanes podrán usar parte de estos arsenales para rearmarse y usarlo como medio de ataque o defensa, pero aseguran que habrá muchas de esas armas que acaben en el mercado negro para obtener con su venta un modo más de financiación exactamente igual que hicieron con las plantaciones de opio que hay en el país.

Campamentos enteros abandonados

En otro de los vídeos a los que ha tenido acceso este periódico se aprecia una instalación militar de la coalición abandonada por completo en la que se puede apreciar las dimensiones del material al que están teniendo acceso los talibanes: vehículos pesados, camiones con remolques, y filas interminables de tiendas de campaña con material de todo tipo. En este mismo vídeo se aprecia en segundo plano la imagen de una de las cárceles liberadas por los talibanes y de las que han sacado a centenares de presos juzgados y condenados durante estos años de aparente tranquilidad en el país.

No son sólo los miembros de la coalición los que han descuidado y abandonado equipamiento durante su huida del país. En Afganistán, como en cualquier país ocupado tras un conflicto militar, operan empresas de seguridad privada compuestas por ex militares que han abandonado sus ejércitos para ganarse la vida protegiendo intereses o personal de empresas que operan en esos países e incluso gobiernos que complementan su seguridad diplomática con este tipo de personal.

En el tercero de los vídeos se aprecia íntegramente el estado de las bases de una de esas empresas privadas de seguridad cuyos miembros han salido llevándose lo justo y a bordo de unos cuantos vehículos. Tras de sí dejan estanterías repletas de fusiles de asalto, miles de cargadores, cascos, chalecos antibalas y cualquier otro equipamiento táctico imaginable. Además, en el exterior puede apreciarse que hay varios todoterrenos aparcados y al menos un par de vehículos militares blindados. Incluso los edificios de estas instalaciones han quedado perfectamente equipados con equipos de purificación de agua y aire y con todo lo necesario para convertirlos en bases del ejército talibán.

En otras imágenes, cuya veracidad no ha podido comprobar OKDIARIO, se asegura que los talibanes han llegado a tener acceso a aeronaves como cazas o helicópteros. De ser cierto, el pilotaje de este tipo de aparatos no es algo que esté al alcance de cualquiera, por lo que no debería suponer una amenaza a corto plazo durante la evacuación del país. Esto además no parece que se corresponda con los objetivos de los talibanes, quienes parecen más interesados en la marcha de los aliados que en enfrentarse a ellos con las armas de las que ya se han adueñado.