Bolsonaro presenta síntomas de covid y comienza a tomar la polémica hidroxicloroquina
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se ha sometido nuevamente a una prueba para detectar si ha contraído la COVID-19, tras presentar durante el fin de semana algunos de los síntomas propios de la enfermedad.
Además, pese a que todavía se desconoce el resultado, ya ha comenzado a tomar hidroxicloroquina, el controvertido fármaco que, sin pruebas científicas de su efectividad, ha sido defendido en numerosas ocasiones por el mandatario de extrema derecha.
Bolsonaro ha acudido este lunes al Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia donde le han realizado una radiografía pulmonar, después de presentar síntomas desde el sábado, incluyendo 38 de fiebre, según ha revelado el periódico ‘O Globo’.
A su regreso al Palacio de Alvorada, sus acólitos se agolpaban como viene siendo habitual en las inmediaciones para poder saludar al presidente brasileño, quien se ha parado unos momentos para transmitirles que «el pulmón estaba limpio», al tiempo que les contaba que se sometería nuevamente a una prueba de coronavirus, cuyo resultado se conocerá este martes.
Baños de multitudes
En este caso el presidente brasileño le pidió a sus seguidores que no se acercasen mucho, en contraste a los baños de multitudes que suele regalarse a menudo a la entrada de la residencia oficial.
De momento, Bolsonaro ha cancelado su agenda prevista para esta semana a la espera de conocer los resultados de la prueba, incluida la reunión del Consejo de Ministros que suele celebrarse los martes, hasta conocer si ha contraído la enfermedad, que ha calificado de la «gripecita» y de la que aseguró ser inmune debido a su «historial de deportista».
Pese a los síntomas que ha estado presentando desde el fin de semana, el presidente Bolsonaro no escatimó en abrazos y apretones de manos, todo ello sin portar mascarilla, durante un almuerzo que mantuvo el sábado con algunos de sus ministros y otras autoridades políticas para conmemorar el Día de la Independencia de Estados Unidos en la residencia en Brasil del embajador estadounidense, Todd Chapman.
Entre los invitados estaban los titulares de la Secretaría de Gobierno, Luiz Eduardo Ramos; de Defensa, el general Fernando Azevedo; de Asuntos Exteriores, Ernesto Araújo; y el de Casa Civil, el también general Walter Braga Netto; así como uno de sus hijos, el diputado por Sao Paulo Eduardo Bolsonaro.
Cárceles sin mascarilla
En las últimas horas, Bolsonaro también ha retirado la obligatoriedad de utilización de mascarilla en cárceles a pesar del continuo incremento de casos en el país haciendo uso de su veto presidencial, que también ha aplicado para que los establecimientos no estén obligados a proporcionar gratuitamente mascarillas a sus trabajadores y colaboradores.
Bolsonaro ya había empleado previamente su veto para impedir la inclusión en una norma sobre seguridad sanitaria que la mascarilla fuera obligatoria en iglesias, comercios y escuelas aprobado por el Parlamento.
El mandatario vetó también el artículo que obligaba a los establecimientos a proporcionar gratuitamente mascarillas a sus trabajadores y colaboradores.
El Gobierno argumenta que la cuestión ya está regulada por las normas laborales de cada sector, por lo que no era necesaria una normativa genérica. Además destaca la importancia de que los estados y municipios ejerzan sus competencias.
Sí se mantiene el artículo de que la mascarilla «debe mantener cubiertos boca y nariz» en espacios públicos y accesibles al público, en vía pública y en transporte público.
Ahora los diputados y senadores deben decidir en votación si aceptan o no los vetos de Bolsonaro.
Brasil ha contabilizado hasta el momento 1.623.284 casos y 65.487 muertes desde la declaración de la epidemia. Además hay 927.292 pacientes que se han recuperado.