Biden para la venta de aviones F-35 a Emiratos para asegurar la superioridad tecnológica de Israel
La nueva Administración de Joe Biden ya se está dejando notar con sus primeras decisiones en materia de política internacional y uno de sus primeros movimientos ha sido dejar clara la solidez de la alianza con Israel, por más que mantengan relaciones de cooperación con otros países aliados como Arabia Saudí o los Emiratos. En este sentido, los Estados Unidos de Biden han anunciado un parón en la venta de aviones de combate F-35 al segundo de los países mencionados.
Los Emiratos llevaban tiempo mostrando interés en hacerse con este modelo de avión norteamericano y habían conseguido que la Administración Trump accediese a su venta una vez el país árabe normalizase sus relaciones con Israel, algo que ha venido consiguiéndose recientemente: de hecho, Israel ha llegado a abrir ya una embajada en la nación árabe.
De este modo, EEUU abrió la puerta al proceso de venta de aviones F-35, hasta que ahora Biden ha parado momentáneamente esta iniciativa, según ha informado el experto en Defensa de Bloomberg Anthony Capaccio. Según este medio, el plan antes de reemprender la venta es asegurarse de que el Ejército del Aire de Israel cuenta con la tecnología necesaria para poder detectar a las naves que obtendrían los Emiratos Árabes Unidos.
EEUU querría asegurarse de que estos aviones son objeto de ciertas modificaciones para que Israel mantenga la superioridad tecnológica en el Medio Oriente, en este contexto se entiende esta decisión sobre la venta de aviones F-35.
Un B-52 de EEUU sobrevuela la zona
En otro movimiento por parte norteamericana, un bombardero estadounidense B-52 ha sobrevolado en las últimas horas varias zonas del Medio Oriente en lo que se ha presentado como una demostración de fuerza de la nueva Administración presidencial de cara a una cada vez más desafiante relación con Irán, tal y como ha confirmado el Pentágono.
Irán tiene cada vez más importancia en el tablero político como enemigo máximo tanto de Estados Unidos y de Israel como de las mayores naciones árabes como los Emiratos o la propia Arabia Saudí.
El B-52H Stratofortresss con capacidad nuclear voló en misión de ida y vuelta desde la Base de la Fuerza Aérea de Barksdale en Luisiana, acompañado en diferentes momentos por aviones de combate estadounidenses y aeronaves cisterna de reabastecimiento de combustible. Durante un tramo lo acompañaron también cazas F-15 de la Real Fuerza Aérea de Arabia Saudita.
Fue la tercera misión de este tipo realizada este año, las dos primeras durante la anterior Administración comandada por el republicano Donald Trump para mantener una presencia amenazante contra Irán.
Si bien Biden, quien asumió la presidencia el 20 de enero, ha señalado su intención de descongelar las relaciones con Teherán, la nueva misión mostró que la política estratégica de Estados Unidos no ha cambiado. «Esta misión defensiva de corto y largo alcance tenía como objetivo demostrar la capacidad del ejército estadounidense para desplegar poder aéreo en cualquier parte del mundo para disuadir una posible agresión y mostrar el compromiso de Estados Unidos con la seguridad regional», señaló el Comando Central de Estados Unidos en un comunicado.