El asesino de Texas sufrió bullying por ser tartamudo en el colegio donde mató a los 19 niños

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Salvador Ramos, el asesino de 18 años que mató el martes a 19 niños y dos maestros en una escuela primaria de Texas, fue un niño que sufrió bullying en la misma escuela en la que perpetró la segunda peor matanza en un colegio desde que se tienen en registros en Estados Unidos.

Según se ha conocido horas después de la tragedia, Salvador Ramos era un niño callado e introspectivo que sufrió maltrato en el colegio por su tartamudez. Un antiguo conocido del autor del asesinato de Texas ha declarado  a los medios norteamericanos que fueron amigos hasta que el comportamiento comenzó a «empeorar». Aseguró que Ramos a menudo era intimidado por un impedimento del habla que incluía tartamudeo y ceceo.

Un ex compañero de clase del asesino de Texas ha contado a la CNN que sufría bullying en la escuela y que sus compañeros se burlaban de él por la ropa que vestía y por la situación de vulnerabilidad económica de su familia.

Por su parte, un compañero de trabajo en una hamburguesería detectó en él su agresividad. «A veces era muy grosero con las chicas y con una de las cocineras y las amenazaba». Además, enviaba mensajes de texto inapropiados a las chicas», declaró la ex compañera. «También había vídeos de él en el parque tratando de pelear contra la gente con guantes de boxeo».

El mismo martes, día de la matanza, desde su cuenta de Instagram, el asesino de Texas envió mensajes directos a una adolescente en Los Ángeles, diciéndole que quería compartir un «pequeño secreto». En su mensaje le señalaba que en una hora le iba a volver a escribir y le tendría que responder, Añadía que en ese momento iba a salir. Su último mensaje fue: «Ima air out». La cuenta de Instagram fue desactivada después.

El de Texas es un nuevo asesinato de menores en un colegio que conmociona a Estados Unidos y que ha provocado el reclamo de un furioso presidente Joe Biden de «enfrentar el lobby de las armas» en su país.

El ataque en Uvalde, Texas, una pequeña localidad a una hora de la frontera con México, es el último de una ola de tiroteos en Estados Unidos, donde el horror por la violencia armada no ha logrado impulsar suficientes acciones para ponerle fin.

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ha dicho en conferencia de prensa que el sospechoso, a quien identificó como Salvador Ramos, un residente local y ciudadano estadounidense, también estaba muerto y agregó que «se cree que los oficiales que respondieron (al incidente) lo mataron». «Disparó y mató, de una manera atroz y sin sentido», dijo Abbott. Responsables del Departamento de Seguridad Pública de Texas indicaron a CNN que el joven armado le habría disparado a su abuela antes de dirigirse a la escuela primaria Robb alrededor del mediodía, donde abandonó su vehículo y entró con una pistola, un rifle y con chaleco antibalas

 

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