Kokedamas: cómo hacer uso de esta técnica de cultivo de plantas que viene de Japón
![Kokedamas](https://okdiario.com/img/2022/12/23/kokedamas-655x368.jpg)
Son muchas las personas que, en un primer acercamiento al mundo de las plantas, prefieren contar con ejemplares de esos «de interior». En general, son plantas que si están ubicadas dentro de la vivienda no tienen tantos requisitos de mantenimiento como las de exterior. Pensando en algunas buenas ideas dentro de esta categoría, veamos cómo cultivar kokedamas para que se luzcan en tu casa.
Antes de entrar en los detalles que te permitirán cultivarlas y que crezcan sanas en casa, debes saber que las kokedamas son una técnica de cultivo de plantas originaria de la cultura japonesa, que consiste en reemplazar las macetas plásticas -o de otros materiales artificiales- por macetas naturales hechas con musgo. Para que esto sea posible, claro está, hay que trabajar un poco más. Pero el resultado lo vale.
Cómo cultivar kokedamas
Lo primero a resaltar es que su carácter es 100% biodegradable, dado que tanto la planta como la maceta de musgo pueden descomponerse. Pensando en que cada vez son más los preocupados por el medio ambiente, éste no es un aspecto que pueda obviarse.
Dicho esto, y respondiendo a otra duda frecuente, todas las plantas pueden cultivarse en kokedama, aunque el método se lleva mejor con plantas de interior. Mientras que la exposición del musgo al sol puede arruinarlo, la falta de rayos solares afecta a las plantas de exterior. Por lo tanto, existe unanimidad entre los profesionales en que los intentos iniciales de kokedama deberían ser con especies de interior.
Para cultivarlas necesitas la planta en cuestión, un poco de tierra -mejor si es una mezcla de turba y sustrato para bonsáis-, arcilla, arena de río fina, musgo e hilo o cordel. Te recomendamos que empieces siempre con plantas de desarrollo lento para evitar cambiar la bola de musgo que funciona como maceta todo el tiempo, así que busca especies que se ajusten a esta descripción.
Aprieta y modela la turba con el sustrato de bonsáis añadiendo arena y arcilla, hasta obtener una masa redonda que mantenga la humedad. Haz un agujero desde uno de los lados hasta el centro, dejando una buena base. Coloca la planta dentro y, si hace falta, recorta las raíces.
Completa los espacios que queden abiertos alrededor de la planta con más sustrato, y con el hilo o cordel envuelve la bola de tierra. Acto seguido, humedece el musgo con un spray o pulverizador y cubre la bola. Opcionalmente, puedes agregarle fibra de coco alrededor.
¡Y listo, ya tienes tu kokedama cultivada y en perfectas condiciones para que crezca sana y fuerte, y se luzca en tu hogar!
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