Cómo restaurar una mesa de madera

Con el paso del tiempo, y sobre todo con el uso diario, es fácil que la mesa de madera del comedor, o cualquier mesa que tengáis en casa, se acabe viendo sucia, estropeada e incluso sufra de carcoma. Veamos a continuación, una guía de pasos en la que te explicamos cómo restaurar una mesa de madera.

Restaurar una mesa de madera puede parecer una operación compleja, pero en realidad, con algunos pequeños consejos, la operación es realmente sencilla y de este modo podrás conseguir que una vieja mesa siga siendo uno de los muebles que mejor luzca en tu casa. Además, con la fiebre que existe actualmente por la decoración «vintage», tener una mesa de madera restaurada, servirá para que el salón o el comedor de casa se adapten a las últimas tendencias.

Pasos para restaurar una mesa de madera

1. Lo primero de todo será organizar el espacio de trabajo : de hecho, es necesario elegir un lugar bien ventilado sin muebles u objetos que puedan interferir o resultar dañados por algunos de los productos que vamos a utilizar. Lo mejor es restaurar la mesa al aire libre pero alternativamente, si debes estar dentro de casa, recuerda abrir todas las ventanas de la habitación donde vayas a trabajar y colocar periódicos para proteger los suelos.
2. Una vez tienes el lugar de trabajo preparado, debes limpiar la mesa en profundidad. Para ello tienes que usar una esponja, con agua tibia y un poco de amoníaco.
3. Deja que la madera se seque por completo, ya continuación, iniciamos la fase de eliminación de la pintura (en el caso de que la mesa esté pintada de algún color específico), o del barniz protector que puede que tenga. Para ello debes proceder con un lijado mediante lijadora o también puedes utilizar un decapante (en el caso de que te cueste quitar mucho la pintura), que debes dejar actuar durante 15/20 minutos, para que tengan tiempo de » disolver » la pintura. Es recomendable utilizar un decapante líquido para tratar la superficie de trabajo, mientras que para superficies verticales es mejor optar por decapantes en geles o pastas .
4. Después del tiempo requerido para que el producto funcione, retira la pintura con un raspador de plástico. Luego lija las superficies con papel de lija fino, para eliminar cualquier residuo (siempre siguiendo la dirección de la veta de la madera) y finaliza limpiando toda la mesa con un paño húmedo.
5. En este punto, habremos devuelto a nuestra mesa a su aspecto natural y podremos continuar con el tratamiento para que el paso del tiempo no incida demasiado en ella.
6. Para eliminar carcoma o huéspedes no deseados será necesario realizar un tratamiento específico: el aceite de linaza cocido diluido con trementina o esencia de trementina por lo general resulta ser un producto efectivo incluso en la protección de ataques futuros; alternativamente, se puede usar un spray específico que puedes encontrar en tiendas de bricolaje.
7. Para eliminar las imperfecciones más obvias y alisar bien los madera, tendremos que intervenir en este punto con la lijadora.
8. Una vez que se ha completado este paso, las áreas dañadas se restauran aplicando un relleno de madera específico (o plástico) para esparcir con una espátula. Deja secar y lija nuevamente para eliminar el exceso de residuos.
9. Luego lija toda la mesa con papel abrasivo muy fino, para que las superficies queden suaves y sedosas. Una última pasada con la esponja húmeda y la mesa está lista para la siguiente operación.
10. El acabado de una mesa restaurada se puede realizar en cera, con laca o con barniz. La última es la solución más simple: solo aplica el barniz, con brocha o spray, y deja que se seque. Este podría ser el acabado recomendado para aquellos que se acercan a la restauración de muebles viejos por primera vez, pero es una pena hacerlo en muebles valiosos. En cuanto al acabado de laca, se aplica con un tampón después de diluir el producto en una solución de alcohol. Si, en cambio, eliges la cera hará que la madera brille más y sea más suave al tacto.