Jorge Javier Vázquez vuelve a ‘Sálvame’ con pequeñas secuelas: «Gocen de mi presencia»

Más de una semana después de desaparecer de forma repentina de la pantalla, Jorge Javier Vázquez ha vuelto este miércoles a su sitio en Sálvame. El presentador entraba en el plató ante la sorpresa de los espectadores y de algunos colaboradores, que no conocían la noticia.

Ante las bajas de los últimos días en Mediaset, por culpa de la Covid, era Kiko Hernández el que daba las buenas tardes a los espectadores en Sálvame limón. Las bajas de Adela González y Nuria Marín por enfermedad, obligaron a que el colaborador se pusiese al frente.

Terelu Campos tampoco podía estar en plató, ya que tiene acordado con el espacio que nunca coincidirá con Pipi Estrada, su expareja (aunque el pasado lunes se la jugaron). Y María Patiño, aparentemente, está tomándose unos días libres.

Era al filo de las cinco de la tarde cuando Hernández daba se levantaba de su asiento y daba paso de forma apresurada a un Jorge Javier que entraba sin dar tiempo a que los demás reaccionasen. Entre aplausos volvía a su casa, a su cortijo, después de días desaparecido por culpa de su salud.

Con muy buen ánimo y energía, casi sin saludar, comenzaba a dar algunos zascas a su compañera Belén Rodríguez. Tras burlarse de su traje, del que muchos opinaron que parecía un pijama, sí que quiso contar algo sobre su estado de salud.

Jorge Javier vuelve a Sálvame tras la ola de coronavirus en Mediaset #SálvameMediafest #yoveosálvame pic.twitter.com/UceAVOVlr0

— Rafael García López 🏳️‍🌈💜🕊️💜 (@RafaelGarciaLAF) July 6, 2022

Quitándose la americana, mostró ante las cámaras que el coronavirus le ha dejado en buena forma, y quería presumir de biceps ante todos. Pese al buen humor, lo cierto es que los espectadores pudieron darse cuenta de una de las secuelas de la enfermedad.

Su voz dejaba entrever una pequeña afonía que sufre, lo que le está pesando a la hora de conducir el programa. Además, una ligera tos le acompañó durante la tarde, una de las secuelas que los enfermos de Coronavirus arrastran días, e incluso semanas, después de recuperarse.